Los filoetarras vuelven a escena en el 'olímpico' de la Cartuja de Sevilla

Sin embargo, surgieron consignas a favor de los presos etarras y su acercamiento a las cárceles de Euskadi en plena ceremonia. No tuvieron éxito pero sí llamaron la atención cuando dos 'Giraldillas' similares a la mascota del campeonato y con mensajes proetarras mientras cantaba el grupo musical hispalense 'Siempre Así'.

Se trataba de dos individuos que fueron discretamente desalojados por miembros de la organización que estaban vestidos de paisano. Sin embargo, el público no se había percatado de la situación y estaba disfrutando del desfile de los atletas por la pista.

Había 60.000 personas en el estadio de la Cartuja en uno de los eventos que recuerdan miles de sevillanos después de lustros y cuando aún la ciudad soñaba con ser un lugar olímpico.

Después del primer incidente con la copia de las mascotas del Mundial de Atletismo, tres individuos se descolgaron desde el primer anfiteatro cuando comenzó a desfilar la delegación española e intentaron desplegar una pancarta ante el abucheo del púbico. Fueron detenidos antes de que consiguieran su objetivo.

Unos minutos después, otros individuos intentaron lanzar una pancarta en el fondo del estadio de la Cartuja y una persona lanzó panfletos alusivos a la cuestión.

Según señaló aquellos días la Delegación del Gobierno, nueve personas fueron detenidas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por estos incidentes. Se apuntó que habían entrado al recinto como cualquier otra persona del público, pero sí llamó la atención cómo llegaron a colarse hasta el escenario central.

Dentro del estadio, dos individuos de este grupo se disfrazaron de las mencionadas 'Giraldillas', otro tenía una cámara para grabar y los demás pretendían desplegar las pancartas. En el plano político, los diputados socialistas Amparo Rubiales y Luis Yáñez pidieron la comparecencia del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, para explicar las medidas de seguridad adoptadas para el evento.

Los detenidos fueron acusados por el fiscal del caso de desorden público y no de apología terrorista y finalmente fueron absueltos por el juez. Sí condenó a dos individuos: a uno por empujar al policía que intentaba detenerle y a otro por morder en la muñeca al agente que lo sacaba del estadio de la Cartuja. Todo esto provocó una indignación popular tan sólo un año y medio después del asesinato del teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla Alberto Jiménez Becerril y de su esposa Ascensión García Ortiz.

Además, a la portavoz de Justicia del PNV de aquel entonces, Margarita Uría, calificó la sentencia de «correcta» y señaló que la iniciativa fue «imaginativa y simpática», pareciéndole «una protesta cívica en la que no se produjese ninguna alteración grave del orden público ni de peligro a las personas que asistieron al acto».

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