El «lamentable» estado en el que está el Teatro Lope de Vega de Sevilla

Durante la temporada pasada el teatro tuvo que cerrar hasta en tres ocasiones debidos a los problemas técnicos que arrastra. De hecho, hace justo un año echó el telón en plena Bienal de Flamenco por una avería de la bomba y los conductos de aire acondicionado del inmueble, un fallo por el que se acumulaba agua en las paredes y los techos del teatro y que podría causar algún desprendimiento. A este respecto, Salas ha criticado que el teatro se reabriera en septiembre de 2022 cuando se produjo una avería que inundó de agua la bóveda. Según un informe del director técnico del Lope de Vega, el teatro no se tendría que haber reabierto por esa avería localizada en la bóveda. A este respecto, el informe recordaba que «en caso de accidente hay responsabilidades penales».

Otra problema en el Lope de Vega es el de su telón cortafuegos, que obligó a cerrar el teatro la pasada primavera. Este es del año 1988, pesa 3.200 kilos y está obsoleto. «La normativa actual no tienen nada que ver con lo que se obligaba en 1988. En reiteradas ocasiones se ha solicitado la actualización de este elemento de seguridad. Recientemente se ha acometido una reparación del sistema hidráulico de maniobra, pero dicha reparación no exime de la obligación de la sustitución de este elemento de seguridad. En caso de siniestro hay responsabilidades penales», se indica en el informe.

La Inspección de Trabajo y Seguridad Social emitió un informe con fecha de 17 de agosto a través del cual se observan deficiencias en condiciones materiales de seguridad en el trabajo. En ese sentido se insiste en la falta de protección del hueco del montacargas en su perímetro de planta baja tras el escenario. «Las distintas aperturas encontradas del montacargas deberían permanecer cerradas cuando (el montacargas) se encuentra en otras plantas», se indica, a la vez que se califica el riesgo «como importante». El informe no evalúa el riesgo que puede presentar la plataforma móvil del escenario, que al desplazarse crea un hueco entre el escenario y el habitáculo de la orquesta «con el consiguiente riesgo de caída a distinto nivel».

Otro problema que presenta el Lope de Vega son los cuadros de mando de la instalación eléctrica, que «son de cierta antigüedad y no disponen de la seguridad correspondiente al REBT (Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión), suponiendo un alto riesgo para los trabajadores», aclara el informe de la Inspección de Trabajo.

La última intervención integral del Lope de Vega fue en el año 1985. Tras esa gran actuación, el servicio de Edificios Municipales ha ido realizando actuaciones puntuales de mantenimiento, pero sin llegar a tratar los problemas en profundidad. En 2009, se realizaron unos trabajos de mantenimiento. Ese mismo año se redactó un proyecto para restaurar en profundidad la cúpula, incluidos los elementos decorativos y la vidrieras. Dicho plan no llegó a ejecutarse. En 2011 se hizo una reparación parcial cubiertas con poco presupuesto, eliminándose las humedades más importantes. En esta obra no se colocaron de nuevo las piezas de cerámica de la zona reparada, quedando la cúpula con el aspecto actual muy dañado, con un cuarenta por ciento de la superficie en mortero gris.