El diseñador sevillano Santizo va a First Dates y acierta con su cita: «Que me monte en la alfombra»

Santizo no es un desconocido en el mundo de la moda. Con una personalidad extrovertida y un estilo que él mismo define como «folclórico moderno«, se ha labrado un nombre en el diseño flamenco desde que en 2016 ganara un premio como joven diseñador revelación. Su gran sueño es que su marca crezca hasta el punto de convertirse en una referencia nacional, con su propio centro comercial lleno de creaciones flamencas.

Pero más allá de su carrera profesional, también quiere encontrar a alguien con quien compartir su éxito. Por eso, decidió probar suerte en 'First Dates', donde le esperaba Fran, un director de clínica dental de Montequinto, Sevilla, que resultó ser un rostro familiar para él… aunque en un primer momento no lo reconoció.

Desde el primer instante, Alejandro quedó impactado por la apariencia de Fran. «Tiene cara de príncipe árabe , con esos ojos verdes… que me monte en la alfombra y me lleve a recorrer el mundo«, confesó divertido a las cámaras.

Sin embargo, la cita no empezó de la mejor manera para Fran. Alejandro le llevó un ramo de flores… y él es alérgico. A pesar del tropiezo inicial, ambos supieron tomárselo con humor y comenzar la velada con risas.

Otro momento incómodo llegó cuando Fran reveló que ya conocía de vista al diseñador, pero Alejandro no recordaba haber coincidido con él. Avergonzado, confesó que suele pasarle a menudo: «Me presentan a alguien y, automáticamente, olvido su nombre«. Como parte del juego, Fran decidió no revelárselo y dejar que se esforzara en recordarlo.

A medida que avanzaba la velada, la química entre ellos fue en aumento. Ambos tienen una personalidad arrolladora, lo que podría haber sido un choque de caracteres, pero en su caso fue un punto a favor. Comparten una visión optimista y pasional de la vida, lo que facilitó que las risas y las miradas cómplices marcaran la cita.

Al llegar el momento de decidir si querían seguir conociéndose fuera del programa, la respuesta fue un sí rotundo por ambas partes. Alejandro expresó su deseo de tener una noche especial en una caseta con «pescaíto y buen ambiente«, mientras que Fran le propuso algo más aventurero: una escapada en su furgoneta camperizada.