¿Conoces las casas donde nacieron estos personajes célebres de Sevilla?

Su recuerdo, sin embargo, es dispar. En algunos casos, las casas que alumbraron a estos reconocidos nombres se mantienen en un buen estado de conservación, e incluso pueden o podrán visitarse a corto-medio plazo. Otros son hoy viviendas. Sin embargo, algunos de estos enclaves, que en otras ciudades del mundo serían lugares de culto, aparecen completamente desamparados y abandonados a su suerte, habiendo perdido todo rastro de sus antaño ilustres moradores o reduciéndose el mismo a un azulejo conmemorativo en la fachada.

A continuación hacemos un recorrido por algunas de estas casas que, las haya tratado el tiempo —y los sevillanos— mejor o peor, siguen marcando el punto en el que nacieron personajes conocidos e importantes en la historia de Sevilla y la cultura en general.

Quizá la calle Padre Luis María Llop no suene a mucha gente, pero se localiza en el corazón de Sevilla, junto a la plaza del Cristo de Burgos. En el número 4 de esta vía se encuentra la vivienda en la que nació el más excelso pintor sevillano de todos los tiempos: Diego Velázquez. El artista barroco fue bautizado el 6 de junio de 1599, y se estima que pudo nacer el día anterior.

Un discreto rótulo en la fachada de la humilde morada recuerda dicho suceso. La casa ha tenido muy diversos usos a lo largo de los siglos. En la última centuria, después de algún tanteo con la demolición, que afortunadamente no llegó a producirse, ha sido centro de arte, taller de Victorio & Lucchino y ha estado sumida en un profundo abandono, llegando a ponerse a la venta. Ahora, su conservación está asegurada gracias a la constitución de la Fundación Casa Natal de Velázquez, destinada a restaurar el inmueble y convertirlo lo antes posible en un centro de interpretación del autor de «Las meninas» y «Las hilanderas».

Uno de los sevillanos más ilustres y filántropos, Miguel de Mañara, nació en una casa palaciega de estilo renacentista en el barrio de San Bartolomé, en la antigua Judería. El gran impulsor y benefactor del Hospital de la Santa Caridad, de cuya hermandad fue hermano mayor, vino al mundo el 3 de marzo de 1627 en este señorial edificio de la calle Levíes, 27.

Un gran rótulo señala en la fachada del inmueble el nacimiento de Mañara a la vez que señala que dedicó su vida a los pobres. Aunque tuvo muchos usos diferentes entre los siglos XVIII y XX (militares, religiosos, educativos...), el palacio fue comprado en 1989 por la Junta de Andalucía, que lo convirtió en la sede de su Dirección General de Bienes Culturales, gozando de un buen estado de conservación y siendo visitable por parte del público.

Está en pleno centro de la capital andaluza, aunque pasa muy desapercibida. Y no porque sea la casa natal de alguien poco conocido, precisamente. El lugar de nacimiento de Gustavo Adolfo Bécquer, autor de «Rimas» y «Leyendas» y todo un icono de la Sevilla de la segunda mitad del XIX, se encuentra en el número 26 de la calle Conde de Barajas, entre la Alameda de Hércules y la plaza de San Lorenzo.

Una placa recuerda el feliz acontecimiento que tuvo lugar el 17 de febrero de 1836. Sin embargo, el inmueble que hoy se conserva no tiene nada de la vivienda en la que nació el poeta. Lo más cercano a su época que perdura hoy es la fachada, de finales del siglo XIX. Su muerte coincidió con un eclipse total de sol, y hoy sus huellas parecen eclipsadas por la falta de memoria.

Oculta en los callejones que hay entre Puente y Pellón, Cuna y la plaza de la Encarnación se encuentra la casa natal de Joaquín Turina. La vida del compositor nacionalista, una de las figuras más emblemáticas de la primera mitad del XX, dio comienzo en el número 8 de la calle Buiza y Mensaque el 9 de diciembre de 1882.

La casa permanece en pie y se emplea como vivienda en la actualidad, y pasaría como una más de la calle de no ser por la lápida colocada por el Ayuntamiento en su fachada, en la que se recuerda y se homenajea a tan insigne músico de la ciudad de Sevilla.

A muy pocos metros de la anterior localización, en el número 6 de Acetres, una discreta callejuela que da a la calle Cuna, tuvo lugar el nacimiento de otro importante nombre de las letras y los versos en el siglo XX: Luis Cernuda. El poeta de la Generación del 27 vino al mundo el 21 de septiembre de 1902 en este rincón hispalense que ha quedado para siempre inmortalizado a través de su obra «Ocnos».

Por escrito queda este escenario de los recuerdos de niñez de un escritor que nunca terminó de entenderse con la capital hispalense: «Subían hasta los balcones abiertos, por el hueco del patio, las hojas anchas de las latanias, de un verde oscuro y brillante, y abajo, en torno de la fuente, agrupadas, las matas floridas de adelfas y azaleas. Sonaba el agua al caer con un ritmo igual, adormecedor, y allá en el fondo del agua unos peces escarlata nadaban con inquieto movimiento, centelleando sus escamas en un relámpago de oro. Disuelta en el ambiente había una languidez que lentamente iba invadiendo mi cuerpo».

Así lo recuerda la placa cerámica que luce en la fachada de la singular vivienda, que ha albergado hasta hace muy poco una cristalería y también ha estado amenazada por el abandono. Ahora, tras la adquisición por parte del Ayuntamiento de Sevilla, va a reformarse con la intención de que se inaugure en 2023 como centro cultural dedicado al brillante Cernuda y a la Generación del 27. En esta casa de tanta importancia para la literatura ya no habitará el olvido.

Nos trasladamos hasta el popular barrio de la Macarena, en plena calle Parras, donde en su número 19 nació el 25 de agosto de 1925 Juanita Reina. Cantante y actriz, su vida estuvo fuertemente vinculada a este enclave, desde donde cantó saetas a la Esperanza Macarena, en unas calles en las que se forjó como artista y comenzó a despuntar su fama.

Como en los anteriores casos, un azulejo colocado por el Consistorio en la casa recuerda el nacimiento de la reina de la copla en tan señalado lugar. No obstante, no existe ningún tipo de visita cultural ni turística que homenajee a la intérprete de «Francisco Alegre», ni está proyectado para el futuro, tratándose de una vivienda particular.