El accidente de Tussam en la plaza del Duque de Sevilla se cierra sin aclarar las causas
La juez da carpetazo a la instrucción al cumplirse los plazos judiciales sin esperar a recibir el informe pericial que esclareciera los motivos del choque del microbús con el escaparate de una tienda en pleno puente de la Inmaculada de 2019
Dos años para un informe que nadie quiere hacer
Sevilla
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Iniciar sesiónEl Juzgado de Instrucción número 20 de Sevilla ha cerrado la investigación sobre el accidente de un microbús de Tussam en la plaza del Duque en pleno puente de la Inmaculada de hace tres años. Da carpetazo a las diligencias al cumplirse ... los plazos máximos legales para la fase de instrucción y lo ha hecho sin conocer las conclusiones del esperado informe pericial del siniestro, que seguía sin llegar.
El accidente se produjo sobre las tres de la tarde del 7 de diciembre de 2019. En esos momentos, el centro de la ciudad y, por ende, la plaza del Duque congregaba a multitud de personas, entre los turistas llegados a Sevilla por el puente y los sevillanos con las primeras compras navideñas. Un microbús de la línea C5 de Tussam, que semanas antes había protagonizado otro incidente en el mismo lugar, se empotraba contra el escaparate de una tienda ubicada junto al pasaje que desemboca a la calle San Eloy.
A pesar de lo impactante de las imágenes que pronto circularon del accidente, las consecuencias del accidente no no fueron trágicas. Diez personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad, aunque no hubo que lamentar pérdidas humanas.
Los plazos de instrucción
El conductor del microbús perdió el control del vehículo y, tras chocar con el bordillo y la valla metálica que protege la acera, acabó empotrado en el escaparate. Pero, ¿cuáles fueron las causas que llevó al conductor a perder el control del microbús?.
El Juzgado de Instrucción número 20 de Sevilla asumió la investigación del accidente: «Existen indicios razonables de que los hechos pudieran ser el resultado de una imprudencia muy grave; lo que sería constitutivo de delito», señaló la instructora. Ahora, la titular del juzgado ha ordenado el cierre de la causa ante la falta de culpable tras la prueba practicada, que considera suficiente para adoptar esta decisión, y al cumplirse el plazo máximo que marca la Ley de Enjuiciamiento Criminal, tras su última reforma, para la instrucción de una causa.
Ahora, los afectados deberán acudir a la vía civil para reclamar la indemnización que ellos consideren apropiada en virtud a sus lesiones. No obstante, fuentes del caso han explicado a este periódico que la compañía aseguradora ya ha abonado a los heridos una cantidad de dinero, en base a unos informes médicos aportados por la propia aseguradora. Durante estos casi tres años instrucción, la juez no tramitó las citas con los forenses judiciales de los lesionados.
¿Fallo humano o mecánico?
Pero la prueba clave para esclarecer las razones que produjeron el accidente era el informe pericial que encargado por la juez al inicio de la investigación y que serviría para confirmar si la imprudencia es punible o no. ¿Era un fallo humano o una cuestión mecánica?
El testimonio del chófer apuntaba que al reiniciar la marcha, antes de que le diera tiempo a pisar el pedal, el vehículo aceleró de manera automática y aunque pisó el frenó, éste no funcionó. El vehículo siguió en línea recta hasta que impactó con la acera y la barrera protectora que hay en la esquina de la Campana con la plaza del Duque.
En el actual marco legislativo, las imprudencias leves están despenalizadas y sólo pueden ser perseguibles las graves, por lo que identificar si detrás de los hechos existió una imprudencia grave o no era fundamental y para ello había que diagnosticar las causas. De no ser una imprudencia grave y no ser punible, las actuaciones judiciales tendrían que dirigirse a la jurisdicción civil, que es lo que ha pasado.
Los viajes del informe
Por todo ello se hacía imprescindible el citado informe pericial sobre las causas del accidente. Inicialmente, la juez instructora se lo encargó a la Policía Local, cuyo cuerpo desistió al carecer de personal especializado para el análisis de un asunto tan completo. La pericial, entonces, recayó en la Universidad de Sevilla, desde donde se le trasladó a la juez que lo más oportuno para un análisis correcto era encargar este informe a una empresa especializada en la fabricación de autobuses.
Así se hizo en junio de 2021. Ni la empresa Taxo, empresa encargada de hacer peritajes judiciales, quiso asumir esta tarea, alegando que necesitaba de recursos especializados para las cuestiones más técnicas. Mientras tanto, el microbús accidentado seguía en el depósito judicial para su análisis y esclarecer por qué sufrió una aceleración repentina y alcanzara una velocidad alta, con pérdida de control.
La causa se cierra sin saber los motivos del accidente, más allá de las hipótesis que surgieron desde un principio. De un lado, se apuntó a una deficiencia de fábrica del modelo de furgoneta usada para su adaptación a microbús y que no fue detectada en los controles. Quienes defendían esta teoría recordaban que semanas antes otro microbús de Tussam protagonizó otro siniestro.
Eran el mismo modelo, comprados año y medio antes por Tussam. La empresa municipal, ante la alarma social que se generó, decidió retirar todos los modelos que realizaban la línea C5 y suspender este servicio. La segunda hipótesis que sobrevoló el accidente fue la manipulación intencionada o sabotaje.
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