El hotel La Boticaria se subastará al mejor postor

La falta de empresas interesadas hizo que el Juzgado Mercantil 2 de Sevilla ampliara en 60 días el plazo para la venta del hotel. Sin embargo, la ampliación del plazo hasta finales de mayo no ha servido de gran cosa, ya que las dos empresas interesadas –Bluebay y la cadena hotelera portuguesa GCC– no incluían hacerse cargo de la deuda de la Seguridad Social y de los trabajadores, que superaba los cinco millones de euros. En el pliego de condiciones para esa venta de la unidad productiva se incluía la subrogación de parte o todos los trabajadores de la empresa que explotaba el hotel, Sansan Hoteles, del empresario sevillano José Antonio Sáenz.

Al quedar desierta la venta directa, el administrador concursal de Sansan Hoteles, Rafael Camps, tendrá que abrir ahora la segunda fase del plan de liquidación, que incluye la subasta pública judicial del hotel. No habrá precio de salida, sino que el hotel se lo quedará el mejor postor.

El hotel está gravado con una hipoteca de 54 millones de euros que CaixaBank otorgó a la empresa Horus Magnum, también de José Antonio Sáenz y propietaria del cien por cien de las acciones de Sansan.

El hotel tiene 16 hectáreas y cuenta con 133 habitaciones , cuatro piscinas cubiertas, un circuito de aguas terminales, un helipuerto, un lago artificial de más de 12.000 metros cuadrados, cerca de 100 plazas de aparcamientos y un centro ecuestre.

La vida de este hotel ha estado plagada de problemas. En 2012 y 2013 se declararon en concurso Sansan Hoteles y Horus Magnum, respectivamente. La empresa Sansan Hoteles tiene además deudas por más de 7 millones de euros, de los que seis corresponden a un crédito de CaixaBank sin garantía hipotecaria. Por su parte, Horus Magnum presenta un desfase patrimonial de 41 millones de euros. Con estos problemas económicos, José Antonio Sáenz decidió alquilar el hotel a la cadena Hilton , que lo gestionó durante un año. Los números no salían y Hilton no renovó el contrato de alquiler, dando el relevo a Antilia, filial del grupo Hotusa, que lo arrendó por 200.000 euros el primer año y 400.000 euros el segundo. La tormentosa relación entre Antilia y Sansan acabó en el Juzgado Mercantil, que finalmente dejó las manos libres a la cadena Hotusa para irse, cosa que hizo en marzo de 2013.

Desde hace dos años y medio el hotel La Boticaria permanece cerrado. Cuando se produjeron algunos robos, la administración concursal incrementó el número de guardias de seguridad, que hoy lo conforman nueve personas en tres turnos de tres personas cada uno. Gracias a eso el hotel está bien conservado, salvo las zonas ajardinadas, perdidas por falta de conservación y riego.