Se amplía en dos meses el plazo para vender el hotel La Boticaria

En octubre de 2014, el Juzgado Mercantil 2 aprobó el plan de liquidación de los bienes de Sansan Hoteles –del grupo de empresas de José Antonio Sáenz Sánchez–, que incluye la venta directa de la unidad productiva, que no es más que el hotel hacienda la Boticaria. Como condición especial para la compra se puso que la venta llevase aparejada la subrogación de parte o todos los trabajadores de la empresa. Por otra parte, el hotel está gravado con una hipoteca de 54 millones que CaixaBank otorgó a Horus Magnum, de la que es socio también José Antonio Sánz y propietaria del cien por cien de las acciones de Sansan.

La empresa tiene deudas por más de 7 millones de euros, de los que seis corresponden a un crédito de CaixaBank sin garantía hipotecaria. Con el dinero que se obtenga de la venta, la Administración Concursal prevé pagar parte de las deudas de la compañía, según el orden que establece la Ley Concursal. Los trabajadores forman parte del grupo de acreedores. Más de 36 empleados de ellos acudieron a los tribunales para denunciar el último ERE extintivo. El primero ya fue declarado nulo por el TSJA, que condenó a la empresa a la incorporación de los mismos a sus puestos de trabajo en La Boticaria. «Seguimos perteneciendo a Sansan, que deberá indemnizarnos por todos los meses que hemos estado fuera de la compañía», indicó ayer a ABC uno de los representantes de los trabajadores.

Quienes presenten una oferta deberán depositar en la cuenta de Sansan 30.000 euros, cantidad que será descontada en caso de resultar adjudicatario. Cuando salió a la venta el hotel se dijo que se daría preferencia a las ofertas que garantizaran la continuidad de la actividad hotelera y la recuperación del hotel, aunque también se valoraría la experiencia en el sector hotelero, la solvencia del oferente, el plan de negocios, las inversiones a realizar y el precio a pagar por la unidad productiva.

En caso de que no fructifique ninguna de las ofertas de compra presentadas o se declare desierto el concurso, se procederá a la venta aislada de los elementos que integran el hotel mediante una subasta pública judicial. El hotel, con 16 hectáreas, tiene 133 habitaciones, cuatro piscinas cubiertas, un circuito de aguas termales, un helipuerto, un lago artificial de más de 12.000 metros cuadrados, cerca de 100 plazas de aparcamiento y un centro ecuestre. En la venta no se incluyen los carruajes ni caballos de pura raza que había en el hotel.

Aunque el hotel lleva cerrados dos años se encuentra en buenas condiciones, salvo las zonas ajardinadas, perdidas por falta de conservación. No obstante, desde que La Boticaria cerrara sus puertas en enero de 2013, el hotel ha sufrido algunos robos pese a la guardería establecida. Por esa razón, la Administración Concursal aumentó los vigilantes de dos a tres en tres turnos de ocho horas al día.