Un estadounidense que vive en España sin palabras por lo que hacen las empresas con las vacaciones en nuestro país: «No entendía nada»

En un reciente episodio del podcast, en el que participó junto a su compañera Grace Villarreal, el estadounidense compartió su asombro al descubrir la manera en la que los españoles disfrutan de su descanso laboral. Durante la conversación, la creadora de contenido le preguntó al estadounidense directamente sobre el sistema de vacaciones en Estados Unidos: «¿En Estados Unidos qué tenías, 10 días?». Sin embargo, la respuesta de Jacob dejó claro que la realidad no es como muchos imaginan: «No son días, son horas que vas sumando cada mes y al final del año puede ser que tienes diez días, pero nunca los usas». El motivo, según él, es que en la cultura laboral estadounidense tomarse vacaciones es visto casi como un acto de irresponsabilidad. «¿Sabes por qué? Te miran mal, te penalizan, entre comillas, por haber ido de vacaciones, es terrible», explicó, revelando que la presión social y laboral en su país hace que muchos trabajadores ni siquiera se planteen disfrutar de su tiempo libre, ya que puede afectar a su imagen dentro de la empresa.

Sin embargo, para Jacob, llegar a España supuso un cambio de mentalidad brutal. Según reveló, en su primer trabajo en el país le insistieron en que debía tomarse vacaciones, algo que le resultó completamente surrealista. «Me pidieron vacaciones y me dijeron: 'Jacob, me tienes que mandar ya tus vacaciones por favor'. Y yo decía: '¿cómo? Espera… ¿quieres que libre? O sea, ¿no me necesitas?'. No entendía nada», relató, poniendo de manifiesto que la diferencia con Estados Unidos no solo radica en la cantidad de días disponibles, sino también en la mentalidad con la que se afronta el descanso laboral. En ese sentido, el estadounidense señaló que, en su primer año en España, se sorprendió al poder hacer un viaje de esquí de junto con varios compañeros de trabajo. «¿Cómo puede ser que nos dejaron salir cinco compañeros de trabajo para hacer un viaje de esquí?», comentó, evidenciando su incredulidad ante una situación que en su país natal sería impensable.

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Pero si algo terminó de dejarlo sin palabras fue el momento en el que su jefe le dijo que podía volver a casa porque había trabajado más horas de las que debía. «Yo me acuerdo que una vez de haber llegado al trabajo y me dijeron: 'Oye Jacob, puedes volver a casa'», recordó. Confundido, preguntó si tenía que trabajar ese día, a lo que le respondieron: «Sí, sí, hemos visto que vas sobrado de horas».

Su sorpresa fue aún mayor cuando le explicaron que no solo podía irse ese día, sino también al día siguiente. «¿Cómo que sobrado de horas? Digo: 'entonces, ¿qué hago?'. 'Pues vete a casa y si quieres, no vuelvas mañana'», relató. Al darse cuenta de que tenía dos días libres inesperados, su reacción fue la de cualquier trabajador que lleva años acostumbrado a una cultura laboral exigente: «Vale, pues me voy… brutal».