Tres mujeres agreden y tosen a la cara a un conductor de Uber que les pidió que se pusieran la mascarilla

El conductor se negó a continuar el viaje y la situación se agravó. La pasajera que inicialmente había tosido sobre el conductor agarró su teléfono y se quitó la mascarilla. Las mujeres continuaron gritando e insultando.

El Departamento de Policía de San Francisco dijo en un comunicado el jueves pasado que el conductor, identificado como Subhakar Khadka, había recogido a tres pasajeras en la tarde del 7 de marzo, pero cuando vio que una de las mujeres no llevaba puesto mascarilla, les dijo que no continuaría a menos que todas la llevaran. Pronto, «se produjo un altercado», dijo la policía.

Una mujer agarró el teléfono del conductor, que finalmente Khadka recuperó, y otra pasajera roció con «lo que se cree que es gas pimienta» el automóvil a través de una ventana abierta después de salir del vehículo, según la policía.

Por este motivo Khadka no ha podido seguir trabajando como conductor pues quitar el gas pimienta del vehículo es un proceso caro y complejo que hace el coche inseguro para los pasajeros.

La viralidad del video motivó una campaña de GoFundMe iniciada por un usuario de internet quien busca ayudar al conductor no solo a pagar por los arreglos de su vehículo, sino a mantenerse mientras pueda volver a trabajar.

La policía de Las Vegas detuvo a Malaysia King, de 24 años, quien se enfrenta cargos de asalto y agresión, conspiración, así como de violar el código de salud y seguridad por atacar al conductor de Uber Subhakar Khadka el domingo, según el Departamento de Policía de San Francisco.

Este caso es el último ejemplo de conflictos relacioandos con el uso de mascarillas, que a veces han tomado giros violentos. El año pasado, los fiscales de Chicago dijeron que dos hermanas atacaron al guardia de seguridad de una tienda con un cubo de basura. Una de las mujeres apuñaló repetidamente al guardia con un cuchillo pequeño después de que él intentó insistir en que usaran mascarillas y el desinfectante de manos de la tienda al entrar.

En otro caso el año pasado, un hombre de 80 años en el norte del estado de Nueva York fue asesinado después de que le pidió a un cliente de un bar que usara mascarilla; el patrón empujó al hombre al suelo, provocando que se golpeara la cabeza.