Luana, la joven de 22 años que murió succionada por una máquina tejedora en el trabajo

Según una reconstrucción inicial, la joven de 22 años quedó atrapada en el rodillo de la maquinaria en la que estaba trabajando y fue arrastrada. Junto a ella se encontraba un compañero que en ese momento estaba de espaldas y «no escuchó gritos de auxilio».

La alarma se disparó de inmediato. La policía y emergencias llegaron al lugar pronto, pero fue en vano.

Según la autopsia, la joven murió por aplastamiento provocado por los engranajes de la urdidora , en la que se enganchó y que al succionarla la mató instantáneamente.

La de Luana es la segunda muerte de un trabajador en una empresa textil en Italia en lo que va de año. El dos de febrero, Sabri Jaballah, de 23 años, perdió la vida aplastado por una prensa en Montale.

«No se puede morir en el trabajo a ninguna edad» , dijo el gobernador Eugenio Giani. «Morir así no es aceptable», indicó el secretario general del sindicato Uil, Pierpaolo Bombardieri. «Otra tragedia que nos duele, ya es suficiente», comentó el secretario general del sindicato CISL, Luigi Sbarra.

Emma Marrazzo, madre de Luana, recordaba hace unos días a su hija al hablar con Corriere: «Mi hija era hermosa, buena, estaba contenta con el trabajo que hacía, aunque a veces todos los trabajos pesan, pero a ella le gustaba trabajar». Llora y no puede descansar por la pérdida de su hija tan repentinamente: «La tragedia es grande no solo para mí sino también para los empleadores, el dueño está destruido. Me dijo que lo siente y no sabe cómo sucedió». También pide que no vuelvan a ocurrir tragedias como esta: «No más muertes en el trabajo, no debería ocurrir a los veinte, a los sesenta o a los setenta».

Hoy, 10 de mayo, en toda la Toscana, será día de duelo general en memoria de Luana D'Orazio con motivo del funeral de la joven. Mientras tanto, continúa la recaudación de fondos para ayudar a la familia de Luana, madre soltera que dejó a un niño de cinco años, ahora al cuidado de sus abuelos. En solo 48 horas se habían recaudado más de 100 mil euros, según dijo la alcaldesa de Montemurlo, Simone Calamai.