Externalización, presiones y temor a ser enviado al 'valle de los caídos': los trabajadores, ante la deriva de RTVE
CC.OO. denuncia los posibles «recortes de pluses arbitrarios» al personal. El sindicato también se queja de la prioridad que le da la Corporación a productoras externas
Programas como 'Malas lenguas' o 'Mañaneros 360' «cuentan con una línea sesgada sobre la realidad y muy politizada», según el Consejo de Informativos de RTVE
Lo llaman 'TelePedro': el tono extremo de la nueva RTVE
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Iniciar sesiónLos trabajadores de RTVE, a través del sindicato de CC.OO. de la Corporación, presentaron el jueves varias denuncias ante la Inspección por la externalización de programas y coberturas en RTVE para que se investigue «la contratación externa y sus posibles irregularidades». También, «los ... recortes en pluses en diferentes áreas y centros que afectan principalmente al sector de la plantilla más precarizado». Estos pluses, que son complementos salariales que se suman al sueldo base de los trabajadores y que vienen recogidos en el Convenio Colectivo, se han visto afectados, según denuncia el sindicato.
La TVE que sueña José Pablo López
Clara Molla PagánEsta situación ha provocado un aumento del malestar interno y ABC adelanto que estos posibles recortes ya se rumoreaban en los pasillos de la Corporación. Estos pluses pueden ser también, según indican algunas fuentes de la Corporación, una «especie de amenaza» o presión que se ejerce sobre los trabajadores con el fin de no hablar con los medios de la situación que ocurre dentro. «Si hay algo que sienta mal a la cúpula es que seamos nosotros los que hablamos con los medios sobre la presión que a veces sentimos», reconoce un profesional de RTVE, que pide mantenerse en el anonimato. La presión, dice, es una de las cosas que más padecen y que con el tiempo se ha ido incrementando.
El malestar interno entre los trabajadores no es algo nuevo, sino que es algo que se lleva fraguando desde hace un tiempo. «Los continuos rumores sobre que se nos van a recortar los pluses, la posibilidad de que te manden a una sección o departamento que no quieres porque ya lo has visto con otros compañeros…», asegura otro trabajador a ABC. Estas son algunas de las varias formas con las que la Corporación, en ciertas ocasiones, ha tratado de presionar al personal interno, según indican estas fuentes. El objetivo, explican, es que el personal se adecue a «un pensamiento único dictado desde arriba», con «evidentes intenciones políticas», si es que uno no quiere acabar en «el Valle de los caídos». Este término lo han acuñado coloquialmente algunos trabajadores para describir la zona de Torrespaña donde acaban «todas aquellas personas que no comulgan con la línea marcada desde Moncloa», y está situada en la tercera planta del edificio B.
Pérdida de credibilidad
Los redactores de contenidos informativos apenas coinciden con los de programas como 'Malas lenguas', 'Directo al grano' o 'Mañaneros', ya que los de la casa están en Torrespaña y la mayoría de los otros están en Prado del Rey. Sin embargo, aseguran algunos de ellos que cada vez son más los que están indignados con la situación. «Están cansados de ser ninguneados y apartados de cubrir las cosas importantes y los asuntos de actualidad. Que se cubran desde productoras externas que cuentan con una línea sesgada sobre la realidad, y muy politizada, hace que la televisión pública pierda credibilidad y respeto», indican. Ya son varias las ocasiones en las que tanto el consejo de Informativos de TVE como los sindicatos se han manifestado en contra de esta costumbre que ha adquirido la nueva dirección de asignar los asuntos de actualidad como el escándalo de Santos Cerdán o en su momento el Cónclave a programas externos. También sobre el hecho de que «no separan la opinión de la información ni tampoco los presentadores».
De acuerdo con varios testimonios consultados por ABC en la Corporación, a los que se añaden exprofesionales de la casa, se reconoce que esta situación tiene «poca solución». «No va a cambiar nada de lo que está ocurriendo en RTVE porque los pocos que están en contra no quieren hablar por si salen perjudicados y, luego, la mayoría son de la misma cuerda. Los que en su interior piensan que están siendo forzados no van a hablar porque saben que lo que les espera es pasar, a lo mejor, de una sección reconocida a una que tenga que ver con Agrosfera o con programas que se emiten a la una de la mañana», indican. Además, exponen un ejemplo que ocurría durante la dirección de informativos de Alfredo Urdaci (2000-2004) para compararlo con el actual. «Fueron los mismos redactores los que se organizaron para crear comités para denunciar cualquier intento de manipulación, mientras que ahora tienen miedo de hacerlo con personajes como Jesús Cintora o Javier Ruiz», explican.
Cambios de redacciones
Estos movimientos de sección no son casualidad, aseguran, sino que son fruto de una serie de decisiones tomadas desde la cúpula y que se vienen dando a lo largo de los últimos mandatos, aunque algunos reconocen que esta especie de señalamiento estaba casi desde el principio. Distintas fuentes consultadas por ABC afirman que la contratación desde la llegada de Rosa María Mateo a la presidencia en julio de 2018 hasta el 1 de febrero de 2021 sumó 2.327 contratos a 1.235 personas distintas, 799 de ellas en información y contenidos. Esta coincidencia de los contratos con la llegada de un nuevo mandato tras un giro en el ámbito político no es algo nuevo, sino que aseguran que se ha ido fraguando con los años. Sin embargo, otros indican que todo esto ha llegado a una situación más compleja y algo «más extrema». «Te ponen en la obligación prácticamente de expresar tu posición frente a algunos asuntos políticos aunque tú no lo busques», reconoce a ABC una persona que se incorporó hace relativamente poco a TVE. Los sindicatos, explican miembros del personal, han formado parte de todo este proceso. «No era extraño encontrarte a personas que te ofrecían privilegios por sindicalizarse», explican.
Lo llaman 'TelePedro': el tono extremo de la nueva RTVE
Clara Molla PagánUn antiguo cargo directivo de la Corporación afirma que durante su mandato solo tuvo la posibilidad de contratar a 11 personas que formaron parte del equipo de Informativos. Sin embargo, esta persona reconoce que durante el mandato de Rosa María Mateo, que llegó al poder un solo mes después de la llegada de Pedro Sánchez al poder, el 31 de julio de 2018, se llegaron a contratar antes de Navidad, es decir, durante los primeros seis meses, a casi 200 personas en el departamento de Informativos. Todo ello sumado, dicen, a ceses, cambios, salidas y entradas.
Tras el cambio de gobierno y, por consecuencia, presidencia de RTVE en julio de 2018, los cambios de sección y nuevos nombramientos comenzaron a fraguarse en TVE. En ese momento, los trabajadores compartieron un 'Manifiesto por la libertad' de la radiotelevisión pública con el que pretendían evitar «el atropello y las represalias» tras el «intolerable número de ceses y nombramientos afines» del nuevo equipo de la administradora única, Rosa María Mateo. Aquel documento ya denunciaba un «intolerable número de ceses y nombramientos afines que no se corresponden con la condición de provisionalidad de la administradora única» y alertaba de un «organigrama partidista cuya prioridad son los cargos y el control editorial» a través de la plataforma RTVE Libre.
La preocupación por estos cambios y ceses que sufren los trabajadores se une al malestar que ya padecen desde hace un tiempo por la externalización que denunciaron recientemente, y afecta incluso a aquellos que están en mejor situación actualmente. «Es una pena porque los trabajadores quieren hacer bien su trabajo y, entre las presiones que a veces se ejercen y la invasión de los programas externos como 'Mañaneros' o 'Malas lenguas', nos encontramos ninguneados», reconocen algunos de ellos, que aseguran que la situación no ha mejorado mucho y que, a pesar de querer hacer bien su trabajo, «prácticamente es imposible». Este periódico se ha puesto en contacto con RTVE para solicitar su versión sobre estos hechos, pero la Corporación ha preferido mantenerse en silencio.
Los más veteranos, como esta trabajadora que ha hablado con el periódico, afirma que el consejo de informativos hace bien en denunciar en ocasiones la externalización, aunque se podría hacer más: «A veces pensamos que deberíamos ser más contundentes con la Corporación y mostrar aún más nuestro desagrado por la externalización y la pérdida de credibilidad que sufrimos por programas hechos desde fuera, pero en nombre de la televisión pública. Pero creo que hay miedo».
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