'Supervivientes' VS 'Mask Singer': la enésima guerra en la que el espectador no importa
Las cadenas buscan engrosar sus datos aunque los intereses de la audiencia se queden por el camino
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Iniciar sesiónPoco antes del estreno de 'La Voz Kids' su presentadora, Eva González, afirmó ante los medios que deseaba que el 'talent show' no compitiera por la audiencia con programas similares para que el espectador no tuviera que elegir entre dos buenos formatos. El deseo ... de Eva González no se cumplió. Antena 3 y Telecinco iniciaron entonces un duelo de concursos musicales en la noche de los viernes: 'La Voz Kids' contra 'Top Star' , del que Telecinco salió claramente perjudicado y tras el que contraatacó con la emisión de 'Viernes Deluxe' . Aquella petición de la presentadora, que ponía al espectador en el centro de interés de la cadena, es una quimera que pocas veces se materializa en la televisión generalista, en la que casi todo vale para llevarse el pastel de las audiencias.
La última guerra de cadenas la protagonizan 'Supervivientes' y 'Mask Singer' . El programa de Antena 3, que no ha logrado batir en número de espectadores al 'reality' de Telecinco, mostró hace días la bandera blanca y trasladó sus emisiones al miércoles para dejar de competir con el debate presentado por Jordi González. La cadena de Vasile, sin embargo, no quiso enterrar el hacha de guerra y, en su afán por dejar en la mínima al espacio de Atresmedia, ha decidido perseguir a 'Mask Singer' los miércoles con otra emisión de 'Supervivientes'. El movimiento no debe tomarse a la ligera, sobre todo si tenemos en cuenta que el jueves ha sido tradicionalmente el día reservado en Mediaset para la emisión de sus grandes 'realities'.
La contraprogramación es una estrategia habitual y lícita en televisión. Tras analizar a la competencia, las cadenas buscan mejorar la oferta ubicando otros programas en el mismo espacio que sus adversarios, lo que incrementa la variedad de contenidos y da más opciones de elección al espectador. «No tiene por qué estar fuera de la ética ni del sentido común», aclara a ABC el investigador Javier Mateos-Pérez , profesor en la Universidad Complutense de Madrid. La que a priori parece una práctica positiva adquiere otro sentido cuando la cadena decide emitir un producto muy parecido al de sus rivales y en la misma franja. «Contraprogramar con un contenido similar es ético y habitual, pero reduce las opciones del espectador y evidencia que el interés de la cadena no es mejorar la oferta sino robar audiencia y, en muchos casos, fastidiar al contrario», aclara el experto.
«Muchas veces el interés de la cadena no es mejorar la oferta, si no fastidiar a sus rivales»
Esto es, precisamente, lo que está ocurriendo en la batalla entre 'Supervivientes' y 'Mask Singer' , en la que a Telecinco no le ha importado mostrar sus cartas y dejar clara su intención de neutralizar a su oponente, que alardea de tener «el mejor casting de la historia de la televisión» . «En ocasiones a las cadenas les da un poco igual su propia imagen y sus intereses tienen más que ver con los números. Pelean por un puñado de espectadores que tampoco es tan relevante, pues la audiencia de 'Mask Singer' y 'Supervivientes' no llega a los tres millones. No es un botín relevante», explica Mateos-Pérez.
Copiar los éxitos del contrario
Pese a casos tan evidentes como el de 'Mask Singer' , el 'todo vale' por la audiencia lleva siendo una máxima de las televisiones desde los años 90, algo que claramente ha perjudicado al espectador desde el punto de vista de la oferta. «Las cadenas siempre han tendido a la homogeneización de contenidos. Si una televisión tenía un éxito todas lo copiaban, solo hay que tirar de hemeroteca. Si, en los 90, la telenovela 'Cristal' gustaba a la audiencia, todas las televisiones contraprogramaban con telenovelas para intentar lograr un 'boom' similar. Esto se repite de manera cíclica con los concursos, las series, el fútbol... una dinámica que solo han alterado las plataformas, que han modificado las formas de consumo», subraya el profesor.
Las plataformas han dado al espectador el protagonismo que merecía
Con el auge de los servicios de 'streaming' el espectador se convierte, ahora sí, en protagonista. «Cada vez es más frecuente que la audiencia siga los programas en internet gracias a las plataformas propias de los canales, como MiTele o Atresplayer. Las guerras entre cadenas cada vez afectarán a un porcentaje menor de la población, pues gracias al streaming somos dueños de la programación y configuramos nuestras propias parrillas», aclara.
La batalla entre cadenas no es más tensa ahora que hace unas décadas. «Siempre ha existido, unas veces ha habido multas, otras no. El ámbito político siempre ha permitido que la televisión campara a sus anchas. Históricamente ha habido contadas sanciones o advertencias, lo que ha hecho que las cadenas se saltaran la legislación a la torera», asevera Mateos-Pérez.
El verdadero juego sucio
Si la contraprogramación, pese a ser una técnica común y legal, supone en muchos casos un perjuicio claro al espectador, lo que se conoce como desprogramación es el culmen del despropósito televisivo. «Consiste en decir que vas a emitir un contenido y, a última hora, hacer un cambio con un objetivo concreto, como puede ser perjudicar a la competencia», explica el experto. «En algunos casos la desprogramación puede darse por motivos técnicos o legales, puede que a la cadena no le quede otro remedio que retirar un contenido concreto de su parrilla. Si no es por estas razones estamos ante una táctica perniciosa. La televisión no está pensando en su público sino en su propio interés, perjudicando incluso a sus anunciantes», explica Mateos-Pérez.
Ejemplo de este juego sucio se dio el pasado año cuando Telecinco alargó 'Supervivientes' para torpedear el estreno de 'Pasapalabra' en Antena 3, lo que le valió a Mediaset una sanción de 49.000 euros por parte de la CNMC. En el artículo académico titulado 'La contraprogramación y la desprogramación en España (1989-1994)', el profesor Javier Mateos-Pérez explica cómo esta táctica puede darse también con fines políticos. «En este sentido, fueron varias las denuncias realizadas por el Partido Popular alertando sobre que el Gobierno socialista pretendía esta intención con TVE cada vez que intervenía su líder en alguna televisión de la competencia», escribe el investigador.
Manga ancha a las cadenas
La obligación de las cadenas de informar con antelación de los cambios en su parrilla, fijada actualmente en tres días de preaviso, se ha ido reduciendo con el paso de los años. En 1994 la legislación española adaptó la Directiva Europea de Televisión sin Fronteras , que exigía a las televisiones informar de estas modificaciones con un plazo de once días , tiempo que desde muchos sectores se consideró excesivo.
Dicha antelación, que en 2010 disminuyó sustancialmente hasta los tres días que la ley exige a día de hoy, quedará en nada cuando se apruebe la nueva Ley General de Comunicación Audiovisual, cuyo anteproyecto acaba con la obligación de las cadenas de avisar de cualquier cambio en su parrilla. Habrá que ver cómo afecta esta modificación a la cruenta batalla que a menudo protagonizan Antena 3 y Telecinco , que hoy tiene las de ganar en su declarada guerra a 'Mask Singer'.
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