Mediaset pone fin a la era Vasile debido a la caída de audiencia de Telecinco

La salida de Vasile, adelantada por 'El Mundo' y confirmada por ABC, ha sido decidida desde Italia, pese a que del Consejo de Administración de Mediaset España lo renovó como consejero delegado el pasado 20 de abril. En esa misma reunión, Borja Prado fue elegido presidente del grupo en sustitución de Alejandro Echevarría , ahora presidente de Honor. Con la salida de ambos de los puestos ejecutivos, parece comenzar la renovación de un modelo de negocio y de televisión.

Mediaset no ha confirmado ni desmentido la noticia, aunque MFE ha difundido a primera hora de la noche una nota en la que habla de «los rumores aparecidos hoy en las principales páginas web de la prensa española». MFE, que no habla del futuro del directivo en la compañía, precisa «que no hay despido de Paolo Vasile como consejero delegado de Mediaset España y que los resultados obtenidos por él en 23 años de gestión son únicos y extraordinarios». «La relación con el accionista es y seguirá siendo excelente», concluye el breve comunicado.

Vasile llegó a Telecinco en 1999 para sustituir a su compatriota Maurizio Carlotti , que pasó a ocupar el puesto de vicepresidente, aunque poco después abandonó la cadena y acabó recalando en su gran rival, Antena 3.

Casi desde el principio, Telecinco primero y Mediaset después, filiales del grupo de comunicación fundado en Italia por Silvio Berlusconi , vivieron la zozobra de continuos rumores en su cúpula directiva. Vasile, sin embargo, dio con la tecla y supo conectar con públicos masivos. Los resultados de audiencia se convirtieron en su principal aval, al menos hasta la temporada pasada.

Paolo Vasile siempre tuvo como principal objetivo ganar dinero, antes aún que liderar las audiencias. Cuando todavía no había logrado el objetivo de superar a TVE y Antena 3, ya presumía de haber convertido su cadena en la más rentable de Europa. Cuando llegó la crisis, también alardeaba de haber mantenido su plantilla sin apenas recortes, frente al ERE que sufrió la competencia.

Vasile sabía bien lo que era pasar de lo más alto a la ruina, sin siquiera una cortinilla de aviso. Su padre, Turi Vasile , productor de cine, se arruinó con el estreno de 'Roma' de Federico Fellini , en 1972. De un día para otro, la familia entera tuvo que abandonar uno de los mejores áticos de la capital italiana y mudarse a un modesto piso. De algún modo, aprendió que el éxito siempre es provisional. De hecho, llevaba años con una forma de vida que parecía insostenible a largo plazo, como si estuviera a punto de ser sustituido.

Todos los viernes viajaba a Roma para reunirse con su mujer. El lunes a primera hora ya estaba de vuelta en la cadena de Fuencarral, al frente del negocio, que controlaba hasta en los aspectos que parecen menos relevantes. Vasile decidía repartos, elegía la música y daba el visto bueno a los proyectos que le presentaban, con una capacidad limitada para delegar. Aunque sea difícil encontrar similitudes entre el cine de Fellini y los programas de Telecinco, la suya es una televisión de autor , matizada por unas pocas personas de confianza.

Defensor de la televisión en directo y de hacer compañía al espectador, Paolo Vasile llevó a su cadena a lo más alto con una programación muy discutida desde los ámbitos más diversos. Fue también valiente para importar formatos que harían historia, como 'Gran Hermano' y trajo a España series tan revolucionarias como 'Twin Peaks' , pero si algo se le reprocha a menudo es poco menos que haber inventado la 'telebasura' .

Esa dualidad la llevó también a la gran pantalla. Las cadenas privadas, obligadas por ley a financiar el cine español, descubrieron que incluso en las salas podían ganar dinero, siempre manteniendo un férreo control del producto. Mediaset alternó en este terreno grandes taquillazos con películas más arriesgadas. Produjo a Alejandro Amenábar , a Álex de la Iglesia , a Enrique Urbizu e incluso al mexicano Guillermo del Toro , con quien ganó tres Oscar gracias a 'El laberinto del fauno' .

Incluso hizo posible una serie, 'Vientos de agua', creada por el mejor Juan José Campanella . Su fracaso de audiencia y la posterior cancelación, que convirtió en objeto de culto el paquete con los deuvedés, puede que empujara a Vasile a radicalizar su apuesta televisiva y huir de lo que él llamaba «el prestigio para idiotas».

Mientras funcionó ante el público, con agresivas estrategias de programación trasladadas luego a Cuatro y al resto de cadenas del grupo (Factoría de Ficción, Boing, Divinity, Energy y Be Mad), pocos se atrevieron a discutir la estrategia de Mediaset. Parecía evidente que al menor síntoma de agotamiento, el modelo sería puesto en entredicho. Queda por ver qué rumbo tomarán ahora Telecinco y Cuatro, sobre todo.