Lo de Évole
Fernando Simón: «¿De izquierdas o de derechas? Creo que se me nota. Soy muy social»
El director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias descarta dedicarse a la política en el futuro: «Soy un bocazas»
R. Ventureira
Lo vemos casi todos los días en la tele desde hace un año, pero por motivos obvios no se ha prodigado mucho en los programas. Se fue de vacaciones y aventura con Calleja meses atrás , cuando el Gobierno daba por derrotado al virus. Y ... ahora Fernando Simón , director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), ha abierto las puertas de su lugar de trabajo a Jordi Évole.
El ritmo de vacunación
Aún no está vacunado, y no tiene «claro» cuándo le va a tocar. En el caso del resto de la población, o de una gran parte, sí lo sabe: «Es muy fácil que en el mes de abril el incremento de población vacunada sea enorme», pronosticó, para después añadir que en verano habrá recibido la inyección el 70% de la población.
Su imagen desaliñada
«Si tengo que comunicar, comunicaré siendo Fernando Simón . Tú tampoco tienes la imagen habitual de presentador de programas», contestó cuando el presentador le habló de su imagen. «Con 15 o 16 años se me rizó el pelo. Parecía que me hubiese hecho la permanente. Desde ahí fue muy difícil peinarme. Me aburro en las peluquerías, así que procuro ir poco», explicó.
Algún caso diagnosticado...
El 31 de enero de 2020, Simón pronunció una de sus frases más recordadas: «España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado». «Es cuando se diagnosticó el único caso de ese momento. Ni siquiera en China había transmisión comunitaria. Podría haber sido más prudente, eso está clarísimo. La situación cambió radicalmente cuando supimos que había transmisión comunitaria descontrolada en Italia», se disculpó.
En España , hace hoy un año se tomaron decisiones que «dos o tres días antes eran impensables». A continuación, se extendió un poco más en este asunto: «Entre el 9 y el 10 de marzo nos dimos cuenta de que había que actuar de otra manera». Es decir, solo 24 horas después de las tan criticadas manifestaciones del 8-M y de centenares de actos masivos que se celebraron ese fin de semana.
Recurrió a los números para defender sus decisiones: «En España, hasta el día 9 de marzo, teníamos una incidencia acumulada a 14 días de alrededor del 0,5 o 0,6 por 100.000 habitantes. Ayer teníamos 153. Entonces era 0,5. Era la información de la que disponíamos. Teníamos una notificación diaria de entre 30 y 40 casos», se extendió.
«Quizá no se hizo un buen control», planteó el presentador. «Teníamos el ejemplo de Italia», recordó. «Italia pasó de notificar tres casos el día 20 de febrero a 263 el día 24. Al día siguiente, el doble», se defendió Simón .
El mercado pirata
Évole le puso unas declaraciones de la época la crisis del ébola en la que Simón alertaba de la necesidad de surtirse de equipos adecuados para una hipotética pandemia futura. ¿Cómo la siguiente crisis sanitaria nos ha pillado desabastecidos? Entonó el 'mea culpa': «No insistí en donde había que insistir». «Es algo que tenemos que plantearnos muy seriamente. España tiene que tener capacidad de activar una producción propia mínima en caso de necesidad para algunos productos».
¿Qué sintió cuando vio personal sanitario con bolsas de basura? «Sabíamos que iban a acabarse... El personal del ministerio estaba buscando debajo de las piedras. El mercado se convirtió en un pirateo».
A vueltas con las mascarillas
«No es clave para controlar la transmisión», apuntó sobre las mascarillas.
Le preguntó el presentador si cuando de entrada se comunicó desde el Gobierno que las mascarillas no eran necesarias se hizo porque en España no había, en parte porque las habían comprado previamente los chinos (lo que no se dijo). «Porque no había [mascarillas] y porque no es cierto que sea necesario que todo el mundo la lleve», afirmó.
Évole: ¡Pero si ahora vamos todos con mascarilla!
Simón: Bien, porque no sabemos quién está enfermo. Pero lo importante es que la lleve quien está enfermo y luego algunas personas que se exponen a situaciones de altísimo riesgo. Pero lo importante es que la lleve quien está enfermo, y, por tanto, que la lleve cualquiera por si acaso.
Pedro Sánchez y la euforia
Pedro Sánchez dio el virus por derrotado en verano, en un mitin en el País Vasco. Évole le preguntó por esas declaraciones. «Son muy eufóricas. En los mitines los que hablan acaban siendo más eufóricos de lo habitual». «Debíamos haber sido todos más prudentes, incluido el Gobierno».
«El riesgo de colapso de las UCIs es ahora mayor» que en Navidad , por lo que espera que no le entre a nadie la tentación de querer salvar la Semana Santa.
No a la política
Évole: No sé si le han propuesto ir en alguna lista electoral.
Simón: ¿A mí? Pero si tú mismo pones mis declaraciones y... Si soy un bocazas, ¿cómo voy a ir en una lista electoral? No soy político ni lo seré. No creo que lo vaya a ser nunca. Bueno, de pronto alguien me tienta con alguna cosa interesante... Pero no... Hay que tener una resiliencia mucho más grande de la que yo tengo.
Asume que su figura genera polarización, pero cree que es un asunto que tiene más que ver con los medios de comunicación que con la calle. «Es un discurso que no es el de la población. Lo utilizan en la confrontación política». «Cientos de personas me han parado por la calle desde el inicio de la pandemia. Solo hay dos que me han dicho algo desagradable». Uno le hizo un reproche irónico («con que uno o dos, ¿no?») y otro le insultó.
De fiesta con Illa
Le preguntó Évole con quién se aislaría en un grupo burbuja. «Con Alfonso Alonso. Le gustaba contar chistes», respondió.
Para ir un concierto de los estar sentado elegiría «a Salvador Illa o quizá con Ana Mato». Si fuera de estar de pie, «quizá con Salvador Illa». «Hemos llegado a tener un nivel de entendimiento que nos ha permitido trabajar muy buen juntos», justificó.
Su sueldo: «No necesito hacerme rico»
Económicamente, ¿le ha compensado? «No es bueno que con los funcionarios se llegue a este nivel de obsesión», replicó cuando se le preguntó si su sueldo era de 5.452 euros más pluses. En una larga explicación, vino a decir que si se pone tanto la lupa sobre los servidores públicos cuando se dé en el futuro otra situación similar, quizá renuncien a la primera línea. «Yo no necesito hacerme rico», remarcó.
Recordó que durante «seis o siete meses», él y muchos funcionarios de salud pública trabajaron entre «15 y 16 horas diarias los siete días de la semana». Es, recordó, el equivalente en horas «a dos a tres años de trabajo». Ahora el ritmo ha bajado algo, pero está muy por encima de lo que le va en el sueldo. «Trabajamos entre 12 y 14 horas. No siete y media como hay que trabajar en este Ministerio».
Está, lógicamente, agotado . «Estoy quemado desde el punto de vista físico. Pero es cuestión de aceptar tu responsabilidad y saber hasta dónde puedes llegar. En estas ocasiones no vale bajarse del barco», afirmó.
Sus preferencias políticas
«¿De izquierdas o de derechas?», preguntó Évole . «¿Tengo que decirlo? Creo que se me nota. Soy muy social. Tenemos que preocuparnos por las personas que tienen necesidad. Los que tienen las necesidades cubiertas, me preocupan poco. Creo que tenemos que evitar pensar que somos dos grupos diferentes. Creo que somos una población y no entiendo cuando veo posiciones en las que parece como si los grupos más desfavorecidos fuesen de otra especie. Me parece inaudito que se pueda valorar a la población por el nivel económico que tenga. Y más sabiendo que el nivel socioeconómico de las familias tiene mucho que ver con el futuro de los hijos. Tenemos que conseguir romper el círculo vicioso».
El futuro: no a 'Supervivientes'
«La fama es adictiva para otros. Para mí, no», respondió cuando el presentador le preguntó si le costará el regreso a una vida normal.
Es un amante del deporte y de la aventura, lo que dio pie a que se le preguntase si se veía en 'Supervivientes' . «A realities , no. Ni loco». Pero no descartó repetir una experiencia como la que tuvo con Calleja , es decir, si alguien le ofrece hacer «una actividad» que sea de su gusto.
En el recuerdo, 70.000 muertos
¿Las cifras le han alejado del drama real?, planteó Évole , que puso sobre la mesa una cantidad: 70.000 muertos.
«No han sido 70.000 fallecidos. Ha sido un fallecido 70.000 veces. Nosotros hemos vivido cada uno de ellos. Y todos hemos sufrido cada uno de ellos. No puedes considerarte satisfecho con tu trabajo cuando tienes 200, 300, 900 fallecidos en un día por una enfermedad infecciosa que teníamos que evitar que se transmitiera. Nuestro trabajo es evitar que la gente fallezca. Y cada fallecido cuenta».
Évole: ¿Cómo le gustaría que le recordasen?
Simón: No me gustaría que me recordasen a mí. Que recordasen que en la televisión se ha hablado de salud pública, de los retos que tenemos en la salud pública en España, se ha hablado de que nuestra población viva sana.
Évole: ¿Y de usted como persona?
Simón: Que se olviden de mí. No tengo ningún interés especial en que la gente se acuerde de mí.
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