Chanel: «He recibido mensajes superracistas y supermisóginos»

—¿Qué queda por contar de Chanel?

—Wow, ¡un montón de cosas! Un montón de cosas. Y además, como artista, siento que tengo mucho que descubrirme porque al final siempre he estado interpretando un personaje y ahora mismo estoy siendo yo.

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–¿Mide mucho sus palabras?

–No.

—¿Hubiese agradecido una menor exposición mediática?

—Es lo que hay. Esa soy yo. Es verdad que a veces digo: «Jolín, me entrego tanto, me regalo tanto, que estoy tan abierta que es más fácil hacerme daño». Pero es mi esencia. No puedo hacer otra cosa.

—¿Cómo recuerda los días tras ganar el Benidorm Fest?

—Lo recuerdo superagridulce porque yo estaba feliz de lo que habíamos conseguido. Era un sueño, una locura. Pero luego… En verdad fue al día siguiente de ganar Eurovisión. ¡Uy! Estoy enfocando. De ganar el Benidorm Fest. Luego ya lo gestioné mejor y dije: «Ya está».

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—Que si la letra era machista, que si había una conexión con la jueza… Era una detrás de otra para intentar desmontar esa victoria.

—No sé cuál era la intención. Todo lo que se decía era mentira, con lo cual me iba a dormir a mi casa, todas las noches, con la conciencia supertranquila. ¡Es verdad, eh!

—¿Es igual de feminista ‘Ay, Mamá’ que ‘SloMo’?

—Obviamente. cien por cien. Me parece que el tema de Rigoberta es un canto a la feminidad, al feminismo, precioso. Y explícito. ‘SloMo’ es exactamente lo mismo pero de otra manera. Con otro filtro.

—Hay un tipo de seguidor de Eurovisión que…

—No lo sé. Eso no lo he analizado. No me he puesto a pensar en lo malo. Sólo he visto que hay gente, que no conozco de nada, que me ha escrito, que me apoya, que me defiende con un buen discurso nada tóxico y los comentarios malos que recibo son totalmente desproporcionados a la realidad; no lo veo constructivo.

—¿Cómo te llega la oferta de cantar ‘SloMo’?

—Tony Sánchez-Ohlsson, asesor externo de Eurovisión, me contacta porque me conoce de musicales y dice que están buscando una voz para este tema. Claro, yo de repente… Estaba en mi casa ensayando para el musical de Nacho Cano [‘Malinche’] y de repente digo «¿Qué? OK». Nunca me cierro a nada y menos en trabajo. Le digo: «Pásame la canción a ver qué onda». Y me la pasan y digo: «Esta canción me representa muchísimo. ¿Quién me ha estado espiando por un huequito». Audicioné para Leroy Sanchez, el compositor del tema; le gustó porque vio vídeos míos, bailando y todo, y me cogieron.

—Esta canción iba a ser para Jennifer Lopez.

—¡Es que eso pasa! Mira, la canción de ‘Umbrella’, de Rihanna, iba a ser para Britney Spears y dijo que no. Esto pasa todo el rato. Siempre.

—¿Cómo describiría ‘SloMo’ y la puesta en escena?

—‘SloMo’ es… Coreografía. Es diversión. Es sensualidad. Es seguridad en uno [mismo] ¿Cómo se diría? Es autoestima totalmente. Y es pasártelo bien. Saltar, disfrutar. Wow.

—¿Cree que si no fuese mujer, atractiva, cubana no sele habría criticado tanto?

—Puf [suspira], ya. No me lo he llegado a plantear nunca, pero en el fondo de mi corazón y de mi intuición siento que sí.

—¿Hay un poco de racismo?

—Hay racismo. He recibido mensajes en Twitter racistas por bandera. Superracistas. Supermisóginos. Hasta homófobos. Xenófobos. Y llamándome de todo.

–¿Le gusta el término ‘hispanocubana’?

–No lo he pensado. Yo soy…. No sé… Soy Chanel. Ya está. Cubana y española.

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