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ABC Cultural

La aparición como fantasma de Lady Di desata la polémica en la nueva temporada de 'The Crown'

Netflix estrena a finales de año la última entrega de la serie en medio de la controversia generada por incluir apariciones de la princesa Diana después de muerta

'The Crown', ¿una serie monárquica o republicana?

Elizabeth Debicki se mete de nuevo en el papel de la princesa Diana
Ivannia Salazar

Ivannia Salazar

Corresponsal en Londres

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Sesenta son las horas de ficción que la aclamada 'The Crown' le ha ofrecido al público a lo largo de una serie que a finales de este año estrenará su sexta y última temporada, que se presentará en dos partes: una el 16 de noviembre y otra el 14 de diciembre. Ambas abarcarán los años comprendidos entre 1997 y el 2005, durante el mandato del primer ministro Tony Blair, interpretado por Bertie Carvel.

En la primera parte de esta edición final, Elizabeth Debicki se mete de nuevo en el papel de la princesa Diana junto a Dominic West como el príncipe Carlos, Imelda Staunton continúa su reinado como Isabel II junto a Jonathan Pryce como el príncipe Felipe, y Lesley Manville como la princesa Margarita. También regresan Salim Daw, como Mohamed Al Fayed y Khalid Abdalla como Dodi Al Fayed, ya que los cuatro primeros episodios muestran la incipiente relación entre Lady Di y el empresario egipcio antes de su fatídico accidente en coche en el túnel del Alma de París en el que ambos fallecieron en agosto de 1997, tras sufrir una persecución por parte de un grupo de paparazzi.

Netflix dijo a principios de este año que no representaría el accidente automovilístico que se cobró la vida de la princesa y su entonces pareja, pero los ejecutivos insistieron en el festival de televisión de Edimburgo en agosto de este año en que la descripción de la muerte de Diana se había hecho con la mayor sensibilidad. La productora Suzanne Mackie manifestó que eran personas «reflexivas y sensibles» y que mantuvieron «largas conversaciones sobre cómo íbamos a hacerlo». «Al final el público lo juzgará. Pero creo que ha sido recreado con delicadeza y consideración», dijo, y añadió que «Elizabeth Debicki es una actriz extraordinaria y fue muy considerada, amaba a Diana… Hay un enorme respeto por parte de todos nosotros. Espero que sea evidente».

Sin embargo, las críticas han empezado a llegar aún antes del estreno de la serie no por esta descripción, cuyos detalles no han trascendido, sino porque, en un giro particular, Lady Di ha sido representada como un fantasma en algunas escenas. Concretamente, en el episodio que sigue a su muerte en París, la difunta princesa tiene un encuentro con el príncipe Carlos y después otro con la monarca. Una fuente de Netflix aseguró a la prensa que estas apariciones pretenden ser «visualizaciones de pensamientos más íntimos» de la princesa, que no deberían ser interpretadas como «sobrenaturales».

Pero la explicación no ha convencido a algunos expertos en la familia real, que consideran que los hijos de Lady Di, Guillermo y Harry, acabarán «horrorizados» por la representación de su madre como un fantasma. El experto real Richard Fitzwilliams declaró al 'MailOnline' que «la idea de que hayan considerado a Diana como un fantasma parece totalmente extraña. Que (el creador del programa) Peter Morgan haya incluido apariciones fantasmales de Diana es absolutamente de mal gusto», manifestó, y agregó que «es lamentable que alguien con sus habilidades haya reducido lo que sin duda es una tragedia, a algo que sabe perfectamente que será polémico. Todo el concepto, diga lo que diga o haga lo que haga el fantasma, es absolutamente extraño».

También el experto en marcas y cultura Nick Ede aseveró a la misma publicación que «a Guillermo y Harry les resultará difícil reconocer esto, ya que no tienen idea de lo que Diana estaba sintiendo y dónde estaban sus emociones en aquel momento» por lo que «este drama» se ha convertido en un programa «de fantasía y especulación que podría horrorizar» a los hermanos «a medida que cambia el discurso de la memoria de su amada madre».

Caras nuevas

En la segunda parte de esta última temporada, que consta de seis episodios, hay dos llamativas caras nuevas: Rufus Kampa y Ed McVey como el príncipe Guillermo en diferentes etapas de su vida, y Fflyn Edwards y Luther Ford como su hermano menor, el príncipe Harry. Tras la muerte de su madre, cuando tenían 15 y 12 años respectivamente, el príncipe Guillermo intenta integrarse de nuevo en su vida en Eton, el elitista colegio privado para niños en el que estudiaba, mientras la monarquía tiene que hacer frente a la opinión pública en un momento que fue especialmente sensible. Se dice que fue Blair quien ayudó a salvar la institución en uno de sus periodos más impopulares, ya que convenció a la Reina Isabel II para que pusiera la bandera a media asta y diera un discurso por televisión lamentado la muerte de la que fuera su nuera. Pero el manejo del ex primer ministro no le gustó a la Realeza, y en especial a la reina que, después, al llegar a su Jubileo de Oro, reflexiona sobre el futuro de la monarquía con la boda de Carlos y Camila y el comienzo de un nuevo cuento de hadas real con el romance entre Guillermo y Catalina, que será interpretada por Meg Bellamy, que empezó cuando ambos estudiaban en la Universidad de St. Andrews en Escocia.

Desde su llegada a Netflix en 2016, 'The Crown' ha sido nominada y ganadora de múltiples premios, incluyendo 15 nominaciones a los BAFTA, 10 nominaciones a los Globos de Oro (de los que ha ganado cuatro), 69 nominaciones a los Emmy (se ha alzado con 21 premios). Además, una larga lista de estrellas, como Claire Foy o Emma Corrin, se dieron a conocer gracias al éxito de una creación que capturó la atención de millones de fans en todo el mundo, y que se hizo aún más relevante gracias a acontecimientos ocurridos dentro de la familia real británica en los últimos años, como la muerte de Felipe de Edimburgo en abril del 2021, la de la Reina Isabel II en septiembre del año pasado, o la coronación de Carlos III en mayo de este 2023. Pero la polémica siempre ha estado servida, tanto, que Netflix añadió en la pasada temporada un descargo de responsabilidad al márketing de la serie diciendo que es una «dramatización ficticia», aunque «inspirada en acontecimientos de la vida real».

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