El peor viaje de Secun de la Rosa: «A lo mejor estábamos un poco zumabdos»
El actor no tuvo un mal viaje, sino una gira teatral con varios desplazamientos, todos ellos desastrosos
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Iniciar sesiónSecun de la Rosa cierra el año en el Teatro Infanta Isabel de Madrid con su obra 'Las piscinas de la Barceloneta', ambientada en la Barcelona de los setenta. Hoy es un actor razonablemente serio y consolidado, pero sus inicios estuvieron marcados por una ... serie de viajes que marcaron su trayectoria y la del grupo de colegas con los que creó una compañía de teatro, Caracalva.
«Teníamos todos entre 18 y 20 años», destaca de entrada, como para justificar –al menos, contextualizar– todo lo que viene después. El resumen es este: «En vez de irnos a hacer la Ruta del Bakalao, hacíamos teatro de Ionesco«.
«Era muy loco», admite él mismo, para añadir: «Éramos intensitos. Teníamos la cabeza loca con la magia del teatro y de ser actores. Queríamos descubrir el mundo, nos vimos tres películas deMonty Phyton, nos inventamos cuatro sketches surrealistas porque a uno le gustaba Ionesco, nos volvimos todos locos, y ahí que íbamos con nuestras pelucas a los bares a actuar. No nos entendía nadie. Éramos unos chavales, cada uno con nuestros síntomas«.
La primera salida que hicieron fue a Benicàssim. Secun pensó en tener un detallazo con sus compañeros. Madrugó más que el resto, fue a buscar pan, lo untó con ajo y tomate, como buen catalán, e hizo bocadillos. Los metió en una mochila, y la mochila en el maletero del coche donde se embarcaron los cuatro. A medio camino, el olor a ajo lo impregnaba todo. «Pararon y me hicieron tirar los bocadillos, me enfadé mucho y estuve un buen rato sin hablar«.
El viaje prosiguió hasta que Secun entró en pánico porque «olía demasiado a gasolina». «La actriz Pilar Castro, que era la única que tenía carnet entonces, tuvo que parar, salimos los cuatro del coche, paramos a un guardia. Y el guardia nos dijo que olía normal, como huelen los coches«. Total, que »antes de llegar a Benicàssim ya nos enfadamos, yo acabé cogiendo un autocar con otro colega de la compañía, pero nos equivocamos de línea, llegamos tarde... Y no nos íbamos a la Índia, que íbamos de Madrid a Benicàssim«. Sigue el 'mea culpa': »Ahora, casi treinta años después, lo pienso y... a lo mejor es que estábamos todos un poco zumbados«.
Otros viajes fatídicos
El segundo bolo del verano fue a Ibiza, en un bar. Secun, directamente, perdió el vuelo. «Miramos cómo los otros tres podían hacer los sketches sin mí, pero al empezar la actuación en el bar, lleno de modernos de estos de Ibiza, y nosotros haciendo Ionesco, no lo entendieron, se pusieron a gritar». Tuvieron que parar a mitad de la función.
La narración prosigue con una cada vez más hilarante progresión de anécdotas para llegar a una conclusión: «No sé por qué hacíamos esos viajes, porque nunca salía nada fácil». Pero el caso es que poco a poco fueron mejorando. «Al final acabamos actuando en Madrid en locales y bares pequeñitos, y una vez fuimos teloneros de un grupo que se llamaba Ración de oreja, que después se convirtió en la compañía Animalario«.
Ambos grupos acabaron yendo al teatro Alfil, donde «empezaron a crecer». Caracalva fue «la semilla de lo que luego sería la manera de entender el teatro de cada uno de nosotros, crecíamos como personas y como artistas». Ese grupito fue, sin ir más lejos, el germen de donde salieron películas como 'Días de fútbol' y 'El otro lado de la cama'.
El grupo Caracalva fue el germen de películas como 'Días de fútbol' y 'El otro lado de la cama'
Ya más centrado, Secun de la Rosa escribió 'Las piscinas de la Barceloneta' «en un año horrible, el 2021, tras la covid». Siempre le había fascinado el ambiente que se respiraba en las piscinas de sal que en los años 70 había al lado del mar en Barcelona, donde se juntaba gente de procedencias sociales diversas, incluso de grupos que fuera del recinto eran completamente opuestos. «Quería hacer un homenaje, hablar del extrarradio de Barcelona, las luchas sindicales, el barrio de la Guineueta, Nou Barris... Y me inventé un personaje, Sebastián Alonso Roca, que tiene mucho de todo lo que a mí me apasiona».
El resultado es un montaje que él mismo protagoniza. «No me esperaba la respuesta tan buena que he tenido de crítica y de público, que está mal que yo lo diga, pero me siento muy orgulloso».
A todo esto, ¿qué ha sido de Caracalva? Uno de sus miembros falleció, pero el resto «seguimos siendo amigos, y seguimos igual de locos». Por ejemplo: «Tenemos un grupo de whatsapp que se llama Lentejitas porque alguien dijo de quedar un día para comer unas lentejitas«. De la Rosa frena un momento y ríe. Se ha dado cuenta: »Estoy diciendo muchas tonterías que van a salir en la contraportada, ¿verdad?«. Todas quizás no, que no hay tanto espacio, pero casi.
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