«Madre» y otros cortos que inspiraron grandes historias del cine

Y así fue. El cortometraje que le valió una nominación a los Oscar será la primera escena de su próxima película. «Hubo un momento en el queme planteé si debía incluirlo o no. Incluso, pensé si debería volver a rodarlo, pero me pareció un error por distintos motivos. Incluir el corto o no cambia mucho la película. No la hacía ni mejor ni peor, simplemente distinta. Así que nos preguntamos qué se ajustaba más a lo que queríamos contar y terminamos incluyéndolo como el arranque», añadía.

Rodrigo Sorogoyen no volvió a rodar las escenas del cortometraje. «Hay un salto temporal de diez años entre la primera escena, el corto, y el resto de la película. Estos dos años que han pasado realmente nos venido genial para mostrar cambios en el personaje de Marta Nieto», razonó. Sin embargo, otros directores, como Daniel Sánchez Arévalo , sí que volvieron a rodar sus cortos al convertirlos en películas. El madrileño lo hizo con el monólogo en el que Diego (Quim Gutiérrez) le cuenta a los invitados a su boda en «Primos» qué ha ocurrido con la que iba a ser su futura esposa.

Quien también lo hizo fue el maestro del terror James Wan y su mano derecha, el guionista Leigh Whannell, cuando ambos acababan de graduarse. Juntos pusieron a prueba los artefactos de tortura que veríamos en una de las sagas más rentables de la historia del cine en una pieza breve. El dúo presentó «Saw» en el festival de Sundance, y la aceptación fue tal que se fueron del certamen con un contrato con Lionsgate para desarrollar la primera película de la saga. En este caso, la trama de su corto tiene menos que ver con el largo que en las anteriormente mencionadas.

Otra gran película que nació de un «simple» cortometraje fue «Boogie Nights: juegos de placer» . Un jovencísimo Paul Thomas, de apenas 17 años, consiguió convencer a sus amigos y a su propio padre para rodar una pequeña pieza en 1988 sobre la vida del recién fallecido John Holmes, una reconocida estrella del porno en ese momento. El cortometraje, aunque no cuenta con la presencia de Mark Wahlberg, sí que se ajusta más a la vida del actor que el largometraje, que fue más dramatizado.

Los cortos anteriormente mencionados se convirtieron en largometrajes gracias a mostrar el talento en el momento y lugar adecuado; es decir, justo cuando había un productor cerca. Pero la historia de la que nació «Sin City» es diferente. Robert Rodriguez y Josh Hartnett adaptaron este fragmento del cómic original para mostrárselo a Frank Miller y poder conseguir así el permiso del artista para realizar el filme. El resultado le convenció tanto que terminaron usándolo como prólogo de la película.

En el mundo de la animación también hemos visto como directores han presentado su idea a través de un corto para, tras ver la reacción del público y de sus jefes, poder desarrollar su película. Tim Burton creó a Frankenweenie , un perro que resucitó al puro estilo Frankenstein, un personaje que a priori no gustó demasiado a los productores de Disney. Sin embargo, 28 años después el gigante de la animación rescató la idea para desarrollar la película. Aunque el cortometraje fue filmado en acción real, para el largo se utilizó la técnica del stop-motion.