Crítica de 'Mi amiga Eva' (***): El corazón tiene razones y la razón tiene latidos
Es una historia muy de mujeres, algo de hombres, muy de parejas, y muy de los componentes químicos del amor
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónCesc Gay es un director que escribe y describe bien sus alrededores, la ciudad de Barcelona, por ejemplo, y el carácter de su generación y ambientes, en películas como 'En la ciudad', 'V.O.S.' o 'Sentimental'. Junto al guionista Eduard Sola ha escrito 'Mi amiga Eva', ... una historia muy de mujeres, algo de hombres, muy de parejas, y muy de los componentes químicos del amor. La protagonista es Eva, una mujer que sopla las velas de los 50 en la pantalla, que tiene un matrimonio estable desde hace muchos años, un marido agradable y comprensivo, un par de hijos ya crecidos y una vida cómoda, pero se siente vacía porque ya no percibe en esa vida el fogonazo del amor, o los fuegos artificiales del enamoramiento, y quiere volverlos a sentir antes de seguir soplando velas.
Cesc Gay procura entender a su personaje, hacer inteligibles algunas de sus decisiones drásticas y tomadas en ese lugar no descrito entre la cabeza y el corazón: tras una inocente aventura en Italia con un desconocido, Eva aprieta el acelerador de sus impulsos y se procura un cambio radical, una ruptura con su vida de años… Podría ser una historia de mujer liberada, que rompe sus corsés, pero el director nos muestra la integridad, el carácter y la buena disposición del marido, con lo que lo inteligible cuesta un poco más aceptarlo, descifrarlo. Tanto Nora Navas como Juan Diego Botto hacen un magnífico trabajo, respiran en sus dos buenos personajes y nos permiten esa maravillosa sensación de estar con uno, estar con el otro, estar con ambos y también estar con ninguno.
Una mujer persigue la ilusión, tal vez algo quinceañera, de encontrar aquel bebedizo que hacía entender el amor entre dudas y temblores; un hombre persigue la tranquilidad del amor entre certezas y sin inquietudes. Las rutinas de la convivencia como veneno o como bálsamo. Y están muy bien explicado, mostrados e interpretados esos pasadizos internos en los que la felicidad y la infelicidad se pierden y confunden. También le aporta colorido y argumentos la construcción alrededor de la pareja, sus amigos, sus amigas, la atmósfera social, laboral, de casa…, lo que es entorno lleno que hay que vaciar, y vaciar no es fácil, pero volver a llenar lo es aún menos.
La gran capacidad de narrador de Cesc Gay y su buenísimo trato con el sentido del humor y con lo dramático nos permite asistir a una pieza de enorme peso íntimo y que nos obliga a mirar con interés la razón y la sinrazón, el rastreo de ilusiones no totalmente perdidas, el 'pronto' para no llegar tarde o el recular para tomar impulso. Y es una película, que, además de la excelencia de sus interpretaciones (Nora Navas y Juan Diego Botto son las líneas maestras) y de los sentimientos complejos que trabaja, asume el riesgo de no hacer fácil la sintonía con algunos de sus personajes: son ellos, son reales, existen y toman unas decisiones que quizá no tengamos señaladas en nuestro cuadernillo de clichés.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete