Lady Macbeth (****): Una pasión insuperable
Conviene aclarar que esta lady no es la reina escocesa de Shakespeare sino la (anti)heroína de una novela rusa de Leskov que Shostakovich convirtió en ópera

Conviene aclarar que esta lady no es la reina escocesa de Shakespeare sino la (anti)heroína de una novela rusa de Leskov que Shostakovich convirtió en ópera y el polaco Wajda adaptó al cine hace ya medio siglo.
Esta versión se ambienta en la Inglaterra del siglo XIX, lo que puede inducir a confusión, y en cierto sentido ambas ladies se parecen en su ferocidad, pero ahí acaba la conexión . Lo que importa es que esta ópera prima de un director teatral con una joven actriz que debuta como protagonista -doble revelación-, es algo muy parecido a una pieza maestra.
Es sobre todo un modelo de cómo abordar el siempre delicado género histórico : la puesta en escena es de un despojamiento y una modernidad absolutos, los actores evitan el modo «en escorzo» (o perfil grandilocuente) que muchos utilizan para hacer (de) época. El trabajo de Florence Pugh, por ejemplo, está más allá de cualquier calificativo que se nos pueda ocurrir: su conversión de feliz novicia a esposa frustrada, de amante apasionada a mujer cósmicamente despechada resulta un proceso absolutamente hipnótico de contemplar, el primer plano debió inventarse para esto. A la lectura feminista (como la reciente versión de «Madame Bovary» que ya reseñamos aquí) de la peripecia de la infeliz lady se añade un componente racial que sorprende en el codificado género inglés del heritage cinema que esta película desmonta con precisa minuciosidad.
[Compra aquí tu entrada para ver la película]
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete