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COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL

Es una vergüenza

Es una vergüenza que el ego y la ambición personal tengan un precio social tan alto y que el presidente del Gobierno esté dispuesto a pagar la factura

Yolanda Vallejo

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Los barros que vinieron de aquellos lodos los llevamos tan pegados a la suela de los zapatos que cada vez resulta más difícil dar un paso. Aquellos lodos, los lodos que enfangaron la historia reciente de este país, que tuvo que aprender solo –sin manual ... ni maestro- a leer y a escribir su futuro, nos llegan casi a la cintura, como en aquel cuadro de Goya en el que, a garrotazos, dos hombres se baten en duelo fratricida. Siempre he pensado que ninguna pintura como esa nos representa. Es España, -porque Goya no sabía pintar otro país-, y así somos los españoles. Y así estamos los españoles, desorientados en un país que ha perdido las marcas de identidad sobre las que se construyó la democracia: la unidad, el bien común, la justicia, el progreso. Desorientados, sin saber muy bien quiénes son los nuestros, quiénes nos defienden, qué tenemos que hacer, con quién tenemos que relacionarnos y de quién debemos huir. Desesperados porque ya no esperamos nada, porque no sabemos casi nada, y lo que no sabemos, nos lo inventamos, construyendo un pensamiento, casi mágico, capaz de vertebrar el descontento.

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