Yo hablo español

En estos días, Cádiz vuelve a ser la puerta del español en el mundo, como ya lo fuese en la época dorada de nuestro comercio ultramarino. Más de novecientos participantes asistirán a las sesiones del IX Congreso Internacional de la Lengua Española que tan generosamente acoge la ciudad gaditana, ante la imposibilidad de celebrarse en Arequipa,—por el clima de inestabilidad política— donde estaba previsto. 'Lengua española, mestizaje e interculturalidad. Historia y futuro' será el tema sobre el que se debatirá durante cuatro días y donde se darán cita expertos de todas partes del mundo, porque en todas partes del mundo se habla español.

Estamos, por tanto, ante una oportunidad única de hacer de nuestra lengua española una palanca extraordinaria para la economía española, a pesar de que aún nos somos competitivos en la transferencia del conocimiento, ni en la investigación, donde el inglés sigue llevando la delantera; pero sí somos competitivos, gracias a nuestra lengua, en la industria del ocio, en el turismo, en el aprendizaje de idiomas, en la cultura, en el cine, las series, la música, la hostelería. Que más de quinientos millones de personas podamos entendernos en el mismo idioma, sin necesidad de intermediarios, sin barreras psicológicas, usando un mismo código que facilita el entendimiento es algo a tener en cuenta. Si ya en el II CILE celebrado en 2002 se definía el idioma español como «nuestro petróleo», quizá ha llegado el momento de explotarlo y de sacudirnos los complejos.

El foro Futuro en Español creado por Vocento en 2011 encabeza la reflexión en torno al presente y el futuro del idioma que compartimos cientos de millones de personas, favoreciendo el encuentro y la colaboración entre empresas e instituciones en torno al español. Porque una lengua son letras, es cierto, pero no hay que olvidar que también son cifras y nuestra economía se posiciona apoyada, tanto en la internacionalización de las empresas españolas como en la cohesión idiomática. Es la grandeza de nuestra lengua, y sobre todo, haciendo uso del viejo dicho «hablando se entiende la gente», y se entiende en español.

Ojalá estos días, en Cádiz, también sirvan para analizar las oportunidades que nos brinda esta fuente inagotable de energía que es nuestra lengua.