Suscribete a
ABC Premium

SIEMPRE AMANECE

Ussía y la buena leche

Antes teníamos a Ussía y ahora nos quedan Broncano y el Gran Wyoming, que cada día se parece más a Blas Piñar

La derecha no se lo cree

Elegía por una manta

Chapu Apaolaza

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Alguien me llama Chapuza como metiéndose conmigo, y lo único que me enfada es su absoluta falta de espíritu. El primero que me la hizo fue un tonto; no digamos el número un millón trescientos mil veintiuno. Una de las constataciones más desesperantes a día ... de hoy es la pérdida del sentido del humor de los pueblos y hay que decirlo ahora que el 'woke' y las hermanas superioras del Monasterio de Igualdad nos prohibieron hacer chistes. En la broma siempre hay un daño, una lesión de algo que asumimos gustosos como meternos con los gordos, los enanos, los cabezones o los tontos. El chiste es sano en cuanto supone una domesticación civilizatoria de la guerra como el toreo lo es de nuestra manera de sublimar la vida y la belleza mientras estamos expuestos al capricho de la desgracia. Hay por ahí un montón de gente a la que no se le ocurriría decir nada por no ofenderte, pero que, si pudieran te plantarían ante el pelotón mañana por la mañana.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia