ojo de halcón
Cataluña contra Andalucía… y el Papa
Los golpes de pecho que se dan en el PSOE, negando todo, tienen credibilidad cero después de la amnistía
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Iniciar sesiónNO por casualidad, Pere Aragonés, al anunciar su proyecto de financiación, no se refirió a España, a Madrid, a las demás comunidades… sino a Andalucía. En la Transición, Andalucía ya fue determinante para frenar la España asimétrica del 151, que era la hoja de ruta ... del nacionalismo catalán, y defendió el café para todos, hallazgo de Manuel Clavero. Eso abortó los planes nacionalistas, a los que siempre se les ha indigestado, sobre todo en Cataluña, estar en régimen de igualdad con los demás territorios, salvo forales. Ahora lo tienen claro: controlan a un gobierno débil de PSOE+Sumar, por más postureo que éste exhiba, y ya han demostrado que lo pueden chantajear… así que dan por hecho que Sánchez al final pasará por caja.
Las palabras de Aragonés no se prestan a matices: «Yo no voy a decir a los ciudadanos de Andalucía cuál es el sistema de financiación que necesitan; que ellos defiendan sus intereses, siempre. Pero no voy a aceptar que me digan ni que limiten cuál es el sistema de financiación que Cataluña necesita. Por tanto, nuestra negociación a va ser bilateral». Por supuesto, el argumento es ridículamente tramposo. Si Cataluña actúa bilateralmente para romper el modelo de redistribución territorial, estará decidiendo el sistema de financiación de Andalucía, beneficiaria por su menor nivel de riqueza. En fin, todo muy progresista, por cierto.
Todavía hay que frotarse los ojos para entender a Juan Espadas afirmando que esa es una demanda que rechazan pero legítima. ¿Legítima de qué? Por supuesto, Espadas no piensa que cada cual tiene legitimidad para reclamar lo que se les antoje –en ese caso, deberían calificar de legítima cualquiera idea de Vox, en lugar de rasgarse las vestiduras como de costumbre– y sus palabras deben entenderse sólo como gesto de respeto hacia Esquerra. La sumisión del PSOE provoca sonrojo.
Claro que, de momento, en el PSOE, y el propio Espadas, no admiten este debate. Pero conviene insistir en algo obvio: hasta el 23J no admitían el debate de la amnistía, y ahí está, defendida por los socialistas como una solución maravillosa. Si ya han pasado por el aro tragando hasta la última coma exigida por Puigdemont, ¿por qué no van a hacerlo con la financiación? Es exactamente lo que, con toda lógica, dice Aragonés: «Nos dirán que es imposible, nos dirán que es inconstitucional, como nos decían que eran imposibles e inconstitucionales los indultos, y como nos han dicho que era imposible e inconstitucional la amnistía… y ya se está tramitando esa amnistía que era imposible». No hay absolutamente ninguna razón para suponer que el Gobierno Sánchez no vaya a hacerlo de nuevo.
El proceso es previsible, después de verlo repetido: de momento, antes de las elecciones, dicen que no; después admitirán una negociación proclamando que el diálogo es el espíritu de la democracia; después Sánchez admitirá que hay que hacer «de la necesidad, virtud» y experimentará un nuevo 'cambio de opinión'… y el partido se plegará, como ha hecho hasta ahora, ya sea aplaudiendo con el entusiasmo de grupi enardecida de María Jesús Montero, ya a regañadientes como Page.
El nacionalismo catalán tiene clarísimo que, después de la amnistía y antes de la consulta, es el momento de ir a por la pasta. Turull lo resume fácil: «El PSOE tiene claro que el acuerdo al que ha llegado con Junts no es para reforzar el café para todos. Y por tanto, en el tema de la financiación, tampoco. Si el PSOE piensa que Junts per Catalunya colaborará con el café para todos, para fortalecerlo, que se vaya olvidando de nuestros votos». Blanco y en botella.
Los golpes de pecho que se dan estos días en el PSOE, negando todo, tienen credibilidad cero después de la amnistía. Uno de los portavoces del socialismo andaluz, Mario Jiménez, proclamaba: «Ningún supremacismo que limite la igualdad en España». Se ve que no han entendido que la amnistía es exactamente eso: despenalizar a los políticos catalanes [cuyo voto necesitan] lo que se castiga a los demás españoles.
El PSOE pasará por caja. Más pronto que tarde.
Peregrinación romana
No es raro que el Parlamento de Andalucía apruebe las gafas gratuitas. La miopía política es uno de nuestros males. Ahí está el aluvión de críticas de toda la oposición, en el propio Parlamento, ante la ausencia de Juanma Moreno en la sesión de control debido a la visita al Papa. A ver quién les hace entender que con la visita a Roma, Juanma Moreno estaba haciendo su trabajo.
Otra cosa es que, dentro de la retórica al uso en estas visitas más formales que sustanciales, se le pueda dar más o menos entidad. Lo de pedir al Papa que rece para que llueva en Andalucía recuerda aquella ironía de Bertrand Rusell sobre quienes creían que la política hidrológica consistía en sacar santos locales en procesión. Más vale hacer desaladoras.
Pero Moreno hizo lo que tenía que hacer, y desde la oposición hicieron… el ridículo. Ahí brilló el portavoz adjunto de Por Andalucía, Juan Antonio Delgado, reclamando «menos viajes propagandísticos y más rendir cuentas» del presidente andaluz. Claro que no se puede descartar que estuviera pensando en Yolanda Díaz, la líder espiritual de Por Andalucía, que ya ha ido dos veces a ver al Papa al que venera con arrobo. Entre Podemos y Sumar siempre brillan las navajas.
En el PSOE optaron por un perfil más bajo —a riesgo de ver rescatada la imagen de Carmen Calvo en el Vaticano de riguroso negro con la cinta de la Real Orden de San Carlos, una de esas condecoraciones que los gobiernos se dan a sí mismos– pero han acusado a Moreno de «falta de respeto al Parlamento» cuestionado sus ausencias en las sesiones de control. Una mala idea. Toni Martín le dio un baño estadístico de realidad: Juanma Moreno ha faltado a dos sesiones de las cien que se han celebrado, y les recordó que Chaves batió un récord faltando incluso a cuatro consecutivas o que Sánchez ha estado un año entero sin ir a las sesiones de control al Senado.
El enemigo público nº2 del PSOE es la hemeroteca.
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