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Lo que da una piedra

Deseamos que el Patio de Banderas siga dando las respuestas que esperamos

Miguel Ángel Tabales, arqueólogo del Patio de Banderas VANESSA GÓMEZ
Felix Machuca

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No sé si esperaba tanto como el destino le ha deparado. Pero Miguel Ángel Tabales, responsable arqueológico del Alcázar sevillano, no tiene mucho que envidiarle a sus colegas que, por ejemplo, son responsables del estudio de Gizeh, del foro Trajano de Roma o del espacio ... iraquí de Babilonia. Cualquiera de esas tres responsabilidades científicas de estudios arqueológicos les pone los vellos como alcayatas a la estatua en bronce de Marco Aurelio que, como bien sabéis, se salvó de ser fundida para hacer moneda gracias a que la confundieron con el emperador Constantino, por entonces ya intocable por cristiano. A Miguel Ángel Tabales puede que le encantara abrirle las entrañas a los suelos faraónicos del desierto o dar con el cofre de oro donde se depositaron las cenizas de nuestro paisano de Itálica en su columna homenaje, tras su extraña muerte en Selinuente. Pero de lo que estoy seguro es que haciendo lo que hace, pese a los sudores y los sustos que arrastra un cargo como el que tiene, no echa de menos ninguno de esos destinos. Ser arqueólogo en Sevilla, tener el Alcázar como motivo de investigación y acumular años de buen hacer a su frente es para engordar sin necesidad de abusar del coma ibérico…

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