TRIBUNA ABIERTA
¿Por qué solicitamos una placa que recuerde al viejo Hospital Militar?
Era un hospital universitario que formó a varias generaciones de médicos y enfermeros que hoy día trabajan por toda España y disponía de un estupendo helipuerto
Cuando fue desafectado por el Ministerio de Defensa, se entregó en 2004 a la Junta de Andalucía. Un magnífico y prácticamente nuevo hospital en pleno funcionamiento, con una moderna y funcional estructura (que todavía se conserva), dotado de la tecnología más actual, en el que ... trabajaban a pleno rendimiento 800 personas. En sus prestigiados servicios, se asistía a la población militar de Andalucía y a multitud de sevillanos, mediante convenios puntuales con el SAS.
Era un hospital universitario que formó a varias generaciones de médicos y enfermeros que hoy día trabajan por toda España.
Disponía de un estupendo helipuerto que funcionaba especialmente para accidentes de tráfico y evacuación de pacientes procedentes de Ceuta y Melilla.
El trabajo de los últimos años está en la memoria de muchos sevillanos y sirvió para que Real Colegio de Médicos de Sevilla le concediera por unanimidad, el 12 de septiembre de 2002 (cuando ya estaba sentenciado a ser transferido), su máxima condecoración, la Medalla de Oro del Colegio al Hospital Universitario Vigil de Quiñones por sus años dedicados al servicio de la sociedad.
El Hospital era la sede del EMAT (Equipo Médico Avanzado del Ejército de Tierra), que como extensión de nuestro hospital, acudió en multitud de ocasiones en ayuda de pueblos devastados por guerras fratricidas de los Balcanes o catástrofes naturales como los terremotos de Irán, Kurdistán, Turquía y las inundaciones de Mozambique. Labor humanitaria que pasearon el nombre de Sevilla y España por el mundo.
Pero es que además, y permitan que lo recuerde, se cerraba un ciclo de más de 750 años de larguísima y abnegada historia de Sevilla, que no me resisto a resumir:
Sus antecedentes se remontan a 1248, cuando Fernando III el Santo toma la ciudad de Sevilla y funda el ‘Hospital Real de escuderos del Rey’, para «albergar a aquellos soldados que en el servicio de las armas quedasen mancos o inútiles». Estaba situado en el corazón de Sevilla, en la plaza de la Virgen de los Reyes, en el lugar que ocupa la casa de los pueblos y ayer la Diputación.
Desaparecido en 1758, después de 500 años, su actividad pasó, mediante un convenio con la Orden de San Juan de Dios al Hospital de las Cinco Llagas, en el barrio de la Macarena en el monumental edificio que actualmente alberga el Parlamento andaluz.
Allí permaneció durante otros 180 años, viviendo multitud de incidencias, como la masiva evacuación de heridos y enfermos de la guerra de África de 1859, de las guerras de Cuba y Filipinas de 1898, de la de Melilla con el desastre del Barranco del Lobo en 1909 y de la hecatombe de Annual y Monte Arruit de julio de 1921.
La guerra civil, con Sevilla de base logística del Ejercito del Sur, hace insuficientes las 285 camas del Macarena, ampliándose hasta 3500 en diez centros diferentes, extendidos, por toda la geografía urbana, entre ellos el Palacio de San Telmo y el Hospital Militar ‘Queipo de Llano’, de nueva construcción en el barrio de Pineda, que en 1940, quedó como Hospital Militar de moderna concepción, con bloques independientes (para evitar infecciones intrahospitalarias) unidos por amplias galerías y jardines. También continuó el Hospital de las Cinco Llagas, como clínica militar de Urgencias hasta 1958.
Finalmente, el 27 de junio de 1980, día de la Virgen del Perpetuo Socorro, Patrona de la Sanidad Militar, se inauguraba el que fue transferido en 2004 que lleva el nombre del andaluz y marbellí teniente-médico Vigil de Quiñones, héroe del Baler en Filipinas.
Para que no se pierda en los oscuros recovecos del olvido, pensamos que debe figurar una placa en el mismo edificio que le dio vida y que actualmente ha sido felizmente restaurado y recuperado en beneficio de los ciudadanos.
No creo que sea mucho pedir.
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