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Del rey abajo, ninguno

A Felipe VI se le exigirá ser el único español incontaminado e incontaminable

Felix Machuca

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Heredó una monarquía absoluta, se la entregó a España para vestirla bonita con la seda parlamentaria, paró un golpe de Estado mientras le aconsejaba tranquilidad a don Jordi y se convirtió en el ministro de Exteriores más fecundo que tuvo España desde tiempos inmemoriales. Con ... él como estandarte de la marca España nuestras grandes empresas ferroviarias, eléctricas, constructoras, petroleras y de telecomunicaciones crecieron robustamente porque el monarca allanaba, con sus mejores dotes personales, los caminos más empinados. Hoy, muchos de aquellos que, en sus mejores años, se pegaban codazos para tener en el despacho una foto con el Rey, a la velocidad de la luz han quitado esa foto comprometedora de su bruñido despacho, escondiéndola lo más al fondo del último cajón de su escritorio. Y no me causaría sorpresa alguna que, en el primer café de la mañana de ayer, muchos de los emprendedores que crecieron al influjo de las relaciones públicas del monarca, estuvieran vistiéndolo de limpio, imputándole vicios privados que no les son ajenos a muchos de ellos, dejando en el aire un garabato de suprema hipocresía, recurriendo a la sobada cita de que la mujer del César debe ser honrada y, además, parecerlo.

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