EL RECUADRO

Besos sudados

«En verano se prohíbe el besode saludo a las señoras por razones de higiene, sobre todosi quien lo da está sudando»

Imagen de unos labios ABC

28/07/2018 a las 18:53h.

Como muchas veces les reconozco, son los lectores quienes, verbalmente o por carta de papel o digital, me dan los temas de estos artículos. ¿Ustedes han visto eso que ahora le llaman «interactuar» o «interactivo»? Bueno, pues eso es lo que me ocurre a mí, ... gracias a Dios, con los temas, que llegan a veces por persona interpuesta. Por ejemplo, hoy, que arranco con lo que me dijo el otro día un buen amigo:

—Me da vergüenza de decírtelo, pero mi madre, que te lee todos los días, me insiste en que te diga que a ver si escribes de los besos sudados.

—¿Cómo los besos sudados?

—Sí, que como casi se ha perdido la costumbre de dar la mano y le largan un beso a las señoras casi quien casi no las conoce de nada, ahora en el verano sigue el rito, pero con sudor. No hay nada que le fastidie más a mi madre que le pegue un beso quien está sudando, porque dice que le deja todo el sudor en la cara, y le dan ganas de ir a lavarse inmediatamente, porque eso no puede ser bueno.

—O sea, que tu madre lo que quiere es que salga una disposición que diga: «En verano se prohíbe el beso de saludo a las señoras por razones de higiene, sobre todo si quien lo da está sudando, puf, qué asco».

—Más o menos eso es lo que quiere mi madre, y que lo pongas además en el recuadro.

—Pues ya está puesto, Fernando, y como ella me lee todos los días, ni se lo tienes que decir, porque se verá retratada y quedarán complacidos sus deseos. Y a ti no te dé corte su insistencia en que me lo digas, porque verás que hasta aquí va construida una historia de verano que más propia de estas fechas no puede ser.

Y que tiene sus variantes. Yo prohibiría, igual que el beso sudado de saludo, el beso de piscina o de playa. Estás en la playa, sale de agua una señora conocida, y toda chorreandito, cuando se acerca por donde tienes plantada tu sombrilla, te ve, viene donde estás y, junto con el saludo, te pega el beso de reglamento. Con lo cual te moja toda la cara. Te deja medio Atlántico en la cara con su expresión de cariño de bañista. ¿Y los besos con crema bronceadora protectora? Te pega una señora un beso y se te queda en la cara todo el Factor 35 o Factor 50 que se ha puesto para que no le salgan manchas en el cutis.

Eso en el verano, que en todo tiempo, los que usamos gafas tememos a los besos de las señoras, porque te dejan todo el maquillaje en los cristales. Pues hay, evidentemente, en nuestro tiempo una como devaluación del beso. Antes, para besar a alguien al saludarlo, tenías que tener mucha familiaridad y amisted con él. Ahora te pega un beso hasta el lucero del alba hecho señora. Y si vas a besarle la mano, como nos gusta hacer a los que vamos por el plan antiguo, es ella la que te tira de la tuya, y te la alza para que le des ese beso en la cara. Señora me he encontrado que se ha quedado como sorprendida cuando le he besado la mano. Para mí que era la vez primera que le ocurría: que un señor, en vez de pegarle un beso de reglamento en la cara, se inclinara ante ella para la antigüedad de besarle la mano.

—Y no se le olviden a usted los besos entre hombres, Burgos...

Bueno, esos están a la orden del día. Eso, que era antes propio solamente de los flamencos, se ha impuesto hasta en gente tan recia como los toreros. ¡Qué festival de besos en los patios de cuadrillas, antes del paseíllo, cuando llega un matador! Y hablando de cuadrillas, para besos, besos, lo que se dice besos, los que se pegan las de costaleros cuando han entrado el paso de la cofradía que portaban y ha terminado la estación de penitencia. ¡Esos sí que son besos sudados bajo la trabajadera! Lo que digo: el beso está completamente devaluado. Así que estrecho su mano si está usted de acuerdo con cuanto acabo de pensar en voz alta, chóquela ahí. Aquí, de besos, los imprescindibles y sólo con personas con las que se tiene mucha amistad.