¿Por qué hacen fiesta hoy?

Hoy, pues, celebramos la Constitución los que defendemos su espíritu y su letra y no salimos de nuestro asombro cuando vemos que regiones enteras se la saltan a la torera ante la abstención y la inoperancia del Gobierno de Madrid, mientras que partidos completos ponen el empeño de su actividad en cargarse aquella Carta Magna y aquel clima que trajo a España la prosperidad y la puesta al día con los tiempos europeos el texto referendario de 1978. Precisamente hoy celebramos la Constitución que quieren cargarse todos los socios del Gobierno actual, los que le permitieron a Pedro Sánchez ganar la moción de censura y echar a Rajoy (¡vaya tela lo que nos dejó Rajoy, aparte del libro que le presentó Carlos Herrera!). Hoy celebramos lo que quieren cargarse todos los partidos separatistas, radicales, comunistas y republicanos que le permiten a Sánchez seguir en la Moncloa y aprobar los presupuestos, y continuar dándose paseítos por la muralla real con el Falcon, sin dar explicaciones de nada de su destrucción de España en las sesiones de control al Gobierno en el Congreso desde hace no sé cuántos miércoles.

Y digo yo: si quieren cargarse la Constitución de 1978, ¿por qué celebran hoy su día? Con esto pasa como con la inminente Navidad, que todos los que van de agnósticos y laicos por la vida no te felicitan por el Nacimiento del Salvador, sino «las fiestas», como si fueran las Fiestas de San Fermín o las Fiestas Primaverales. Pero luego bien que cenan y celebran la Nochebuena, y bien que, como dice el villancico popular, «saca la bota, María, que me voy a emborrachar».

Con la Constitución ocurre tres cuartos de lo propio. Todos los que quieren destruir la Constitución de 1978 y su espíritu bien que celebran hoy incoherentemente su fiesta. Que viene además siempre de perlas para hacer puente con la festividad de la Purísima Concepción. Si fueron un poco consecuentes con su radicalismo, ni nada ni nadie de lo que depende del PNV, de Ezquerra Repulicana, de Bildu, de Podemos y de toda esa sopa de letras y «sopansalá» del separatismo catalán deberían hacer hoy fiesta, e irían a currelar como un día laborable más. Ocurre con estos anticonstitucionales como con los talibanes de la Memoria Democrática, que mira tú cómo no derogan la paga extraordinaria del verano que inventó Franco.