tal vez felices

Playeros a votar

El próximo gobierno se decide en la carretera

Los coches de vuelta de Matalascañas se habrán convertido este domingo en espontáneas cenas de Navidad. Móviles, calurosas, ásperas. Con familiares decidiendo qué emisora escuchar. Opinando también sobre las estimaciones a pie de urna con los pies llenos de arena y elevando el tono hasta ... sustituir el sonido de la radio. El conductor pedirá por favor que se callen, que no se entera. Habrá gente muy junta con esa confianza extrema del que es novio, hermano o esposa de quien tiene al lado. Además, con algo más de una hora para compartir ocurrencias. Un horror democrático que llegará a su máximo apogeo en los Blablacars, entre desconocidos. Imagino un viajero de Vox, otro de Pacma, un tercero del Psoe y otro más despistado que pretendía apostar por Ciudadanos hablando así con la mano facilona y la piel curtida de un sol chipionero sobre pensiones, tauromaquia y aborto. En fin, esas cosas que nos ponen de acuerdo. Los imagino con esa ligereza con la que se reflexiona después de bañarse en el mar. Mirando el reloj: ¡que no llegamos! Y el de Pacma diciendo que la próxima hagan como él y voten por correo, torpes. O mejor que no ejerzan ese derecho, bárbaros.

El CIS de Tezanos está preparando ya las maletas, por si acaso el lunes tuviera que marcharse a una playa desierta de Portugal hasta mediados de agosto, cuando empiece la Liga, se hable de otra cosa y pueda regresar argumentando que no son futurólogos: el problema es de la gente que cambia de opinión a última hora.

Durante la jornada dominical habrá personas en los chiringuitos que creerán que van a votar y finalmente no lo harán por muy diversos motivos. Lo que es peor: gente que se reprochará no haber llegado a las urnas: «Coño, Mari Carmen, te lo dije». Tipos que querrán salir de Punta Umbría a las cuatro, pero al final ni comerán tempranito ni echarán gasolina antes para ir directos ni mucho menos agilizarán la marcha de los niños, que a esos les da igual Feijoó que Sánchez, lo que quieren es aprovechar la bajamar para terminar el castillo. El próximo gobierno se decide en la carretera. Pónganse el cinturón y no traten de convencer a su primo ya convencido, por la salud mental del resto de pasajeros.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Bienal
Dos años por 19,99€
220€ 19,99€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
3 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 3 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios