No ni ná
Mota, presidente
Lo peor es que mucha gente le ríe al Gobierno la gracia de llevarnos al absurdo de pedir ser más pobres para pagar menos impuestos
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl humor de José Mota, tan pegado a la realidad de su tierra manchega como al surrealismo de las fuentes donde bebe su talento, invita a reírnos de nosotros mismos cuando pintan bastos. Entre las frases recurrentes del lúcido humorista está la de «Las gallinas ... que entran por las que salen». Según Mota, el dicho lo escuchó en su tierra, en la voz de un vecino cuando discutía con otro en la linde de los gallineros de ambos sobre las gallinas que saltaban de un lado a otro. Uno le pidió cuentas por cuatro que le faltaban y el otro, que se hizo el sueco, le reclamó más tarde ocho. «Las gallinas que entran por las que salen», le inquirió el primero.
La frase es el nuevo catecismo de la ministra de Hacienda, con el mandamiento único de que las ocho gallinas siempre caen en la parcela de Cataluña. María Jesús Montero anda de gira por España con su monólogo sobre el acuerdo del cupo catalán, como 'La Cloti' del cansino. Se trata un desternillante ejercicio de contorsionismo lingüístico que viene a explicar que la cesión de los tributos a Cataluña «preserva la solidaridad»; porque el cupo «no es un concierto, ni es una reforma del modelo de financiación», pero sí «una fórmula para profundizar en el autogobierno al que aspira Cataluña». Ese eufemismo de la independencia. Su lío constante para aclarar sin hacerlo el acuerdo, es parte del espectáculo que representa el ocaso de un Gobierno bufo que bien podría liderar el 'Mago Andamyo'.
La trampa de la financiación a la carta, que con el espíritu constructivo de la 'vieja'l visillo' proponía Sánchez en sus recepciones autonómicas de Moncloa, no ha colado. Por eso, en su última visita a Sevilla, Montero ha adornado el sainete con la quita de la deuda, a ver si cuela para justificar el salvavidas a la muy endeudada Cataluña. Esa comunidad ejemplar que empleaba el dinero de todos en su sueño secesionista mientras aquí procurábamos controlar el gasto público a pesar de nuestra infrafinanciación. Esa Cataluña que, como el 'Fumi de Morata', otrora 'tonto del cubata', lleva por banda sonora el 'Tengo lo que quiero' de Rumba Tres.
Y en estas, para troncharnos, el Gobierno exige a Andalucía subir los impuestos para mejorar su situación financiera… y de paso arreglar la de los catalanes, cuya racanería siempre fue comparable a la de Tomás Ranero Pellejero. Lo peor es que mucha gente le ríe al Gobierno la gracia de llevarnos al absurdo de pedir ser más pobres para pagar menos impuestos, cuando Montero eleva su vara al grito de '!Sus voy a crujir vivos¡', para persistir en sus teorías económicas con la solvencia científica de 'La Blasa'.
De este gallinero andaluz no va a sacar Montero las gallinas que necesita para cuadrar las cuentas a este Gobierno tramposo que, como ese vecino ruin y aprovechado de Mota, cuando los andaluces le pedimos que nos pague lo que nos debe contesta: «Hoy no… ¡Mañana!».
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete