pásalo
Un futuro sin niños
Cada vez nacen menos niños en Sevilla y esta sequía es tan preocupante como la otra
NI se ven cigarreras por la calle San Fernando, ni se ven niños por las calles jugando a los toros. Los tiempos, que cantaba Bob Dylan que estaban cambiando, se han empeñado tanto en hacerlo que ya no los conoce ni la madre que los ... parió. Nos cuenta el INE (Instituto Nacional de Estadística) que en Sevilla nacen menos niños y nos morimos más tarde. Una anomalía que traerá consecuencias insospechadas en el futuro más inmediato, si no es un hecho que ese futuro ya está aquí. Lo que lleva a la capital y a la provincia (también a Andalucía) a protagonizar la sequía demográfica más preocupante de los últimos treinta años. Sumamos tres décadas con la tasa de fecundidad por debajo de un niño y medio, si es que se puede expresar así el dato, sin que te acusen de carnicero con sicopatía de cine gore. Y los niños nacidos este año hasta el tercer trimestre inclusive suman un treinta por ciento menos que hace una década. Lo mires por donde lo mires y lo cojas por donde lo cojas, la fábrica de hacer niños funciona en su mínima expresión. Tan bajo rendimiento lo iguala al mes menos activo del año: diciembre. Que, entre puentes, que ya los quisiera Sevilla para cruzar el Guadalquivir, y vacaciones de Navidad, cuando regresas al trabajo se te ha olvidado la clave de acceso al ordenador.
Sin bromas. En los últimos nueve meses, Sevilla y la provincia, han registrado menos de once mil nacimientos. Una cifra que los sociólogos deben interpretarnos para no decir cosas tan banales como que preferimos tener mascotas a tener pepitos y rociitos. No es exagerado decir que pronto habrá en nuestras casas más perros, gatos y dragones de Komodo que niños. Rulan por ahí algunos estudios que apuntan en esa dirección. Nuevamente el INE viene a rescatarnos de nuestra oscuridad y nos avisa de que en España hay menos menores de catorce años que mascotas. Esto es: en términos absolutos, suman los 6.654.130 menores de esa edad y 9.280.821 perros. Lo que viene siendo, si los porcentajes no se equivocan, un can y medio por cada niño. España no es un país de personas. Es un país de perros, cosa que, por otra parte, y según algunas cosas que se ven, es un dato muy exacto.
No resulta muy complicado interpretar de forma alegre y atolondrada estos registros tan caninos y explicarlos. Que si la vida está muy cara, que si comprar una casa es más arriesgado que ir a la luna en un cohete de Elon Musk, que si las parejas nuevas prefieren ir antes al veterinario que al ginecólogo, que encontrar un trabajo que te permita tres niños en casa es el remake de la Gran familia de Alberto Closas, que hay muchos modelos de familia cuando cuarenta años atrás solo había uno…Como estas, mil explicaciones más. Pero no olvidemos que siguen aumentado el número de mujeres que paren por encima de los cuarenta años. El dato es elocuente. Tanto como olvidar que uno de los regalos más hermosos que te puede dar la vida es la sonrisa de un hijo.
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