¿Para quién es la Feria?

O sea, que entro en el debate local con menos legitimación que nadie, y lleno de dudas, que suelen a veces ser el mejor camino hacia la verdad. Aquí ha habido siempre quien ha querido cambiar la Feria. Con recordar que la cambiaron del Prado a Los Remedios está dicho todo. Y ahora quisieron cambiarla al Charco de la Pava. La cuestión es meterse hasta en los charcos con querer toquetear algo que como dice Gregorio Serrano «todo debe tener su justa medida y en Fiestas Mayores está todo inventado».

Y ya que no pudieron llevarse la Feria al Charco de la Pava, pues se metieron en el charco del almanaque y su alargamiento. Feria del Ave: en doble composición. El resumen que saco es que los que viven de la Feria y la gente de por ahí están encantados con el cambio y los que pagan su caseta y protagonizan la Feria, cansadísimos y más mosqueados que un pavo cuando oye una pandereta. Lo cual me lleva a hacerle la pregunta al Cristo del Millón del altar mayor de la Catedral: ¿Para quién se hace la Feria? ¿Para los sevillanos en general o para los sevillanos que tienen un hotel o un bar y para los que viven del turismo, que es ya desgraciadamente la economía toda la de la ciudad? ¿Se hace la Feria para los turistas o para los que les cuesta un dinero, un trabajo y un esfuerzo montarla y una preocupación la cuota y los problemas de papeleo de la caseta? ¿Para los turistas o para los que se gastan un dineral en mantener y sacar sus enganches a fin de que los guiris se hagan un selfi con caballos al fondo?

¿Y quién hace la Feria? ¿La hace el Ayuntamiento o la hacen, por el contrario, los sevillanos que de su bolsillo montan esas casetas, ora particulares, ora de círculos y de asociaciones, y los que sacan esos enganches, y las que se visten de flamenca? ¿Que la Feria la hace el Ayuntamiento? Pues dejen a la Feria con sólo lo que hace el Ayuntamiento: con la Policía Local, los Bomberos, la Portada y la iluminación, sin casetas que pagan los sevillanos y sin la vida que les dan, sin paseo de coches, sin trajes de volantes ni sombreros de alancha; verán qué decorado más bonito, pero más falto de pulso, les queda. Ahora, que si la Feria se hace para que hagan el negocio los que no ponen caseta ni se visten de flamenca, si se hace de cara al turismo, pues habrá que replantearla. ¡Que la paguen los que viven del turismo, que los sevillanos cobremos como extras de la película que se han monrado! Es lo que ya se ha visto con el cambio de fecha. Hemos convertido a Sevilla en un Parque Temático para vivir del turismo y a la Feria, en parte de ese Parque con farolillos que pone el Ayuntamiento y con casetas... que pagan y a las que dan vida los sevillanos. El modelo tiene que ser la Semana Santa, que hacen las cofradías, a las que el Ayuntamiento cedió los ingresos de los palcos y de las sillas. Si queremos una Feria de Parque Temático para el Turismo, ¿por qué no da el Ayuntamiento las casetas gratis en vez de cobrarlas y subvenciona los enganches? El almanaque es lo de menos; es un debate falso lo de cuántos días; es un asunto más profundo en esta Sevilla que se nos va de las manos o se nos ha ido ya. Lo que urge es aclarar para quién hacemos la Feria: si para los sevillanos o para el turismo. Creo que como en las sevillanas: ¡vamos con la segunda... hipótesis! La Feria, como Sevilla toda, va para Parque Temático que escarba.