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La Alberca

El petardazo del Cabra

El error en la investigación de Barbate, sumado al de enviar a agentes al puerto en un flotador, es un escándalo gigante

Alberto García Reyes

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La Guardia Civil ha hecho algo muy inusual en estos tiempos de soberbia y falta de valores: rectificar. Cometió un tremendo error con las detenciones practicadas tras el asesinato de dos guardias en Barbate y ahora ha corregido su primera operación certificando que la narcolancha ... que embistió a sus compañeros fue otra. Por tanto, sus ocupantes, encarcelados de manera inmediata, no fueron los autores del crimen. Esta actuación refuerza la confianza de los ciudadanos en la Benemérita, una institución erguida sobre los más sólidos principios morales, y al mismo tiempo certifica que hasta los mejores son falibles. El error es una de las grandes esencias de la condición humana. Lo que diferencia a los buenos de los malos no es la cantidad de equivocaciones que cometen, sino la incapacidad para reconocerlas. Persistir en el fallo, enfermedad de los soberbios, es realmente el fallo. Hay que quitarse el sombrero, o el tricornio, con el Instituto Armado. Enhorabuena. Pero no hay que deleitarse en el buenismo. La rectificación atenúa el error cometido en Barbate, pero no cancela las responsabilidades de la cadena de mando. Lo que ha ocurrido ahí es un desastre que a esta hora todavía no ha salido a explicar nadie. Y aquí es donde de verdad se deben exhibir los galones, no en las entregas de premios.

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