La religión, materia prohibida
Desde hace ya tiempo se intenta recluir a la religión al ámbito privado en nombre de un igualitarismo que trata a los individuos como a una masa aborregada
La religión, materia prohibida
La Junta, con la inestimable ayuda del Gobierno de Mariano Rajoy, ha reducido el número de horas en las que se podrá impartir la asignatura de religión en los centros públicos andaluces al mínimo legal posible: 45 minutos. Está reducción del cincuenta por ciento del ... horario inicialmente previsto se produce pese al carácter voluntario de la asignatura y al hecho de que un ochenta por ciento de los padres continúan eligiéndola como materia optativa. El derecho a elegir la educación de los hijos que consagra la Constitución queda así nuevamente conculcado por las autoridades educativas de la Junta y del Gobierno Central, que ha vuelto a hacer caso omiso a los deseos reiteradamente expresados por una parte importante de sus votantes.
El conocimiento de la religión sobre la que se asienta nuestra civilización debería formar parte del acervo cultural de todos. Pero desde hace ya tiempo se intenta recluir a la religión al ámbito privado en nombre de un igualitarismo que trata a los individuos como a una masa aborregada. En este contexto el derecho de los cristianos a que sus hijos estudien religión, aunque sea de forma voluntaria y una hora y media a la semana, le ha parecido un exceso inadmisible a nuestra autoridades. Los responsables de la Consejería de Educación ya dieron muestras de su talante cuando prohibieron que los profesores de religión vigilaran los recreos, no fuera a ser que se dedicaran a adoctrinar a los niños en sus ratos de esparcimiento. Ahora ya ven, gracias a la puerta abierta por el señor Wert, 45 minutos y porque la ley les impide rebajarlos a 25.
En este intento de erradicar el cristianismo de los centros públicos poco importa que además, ya metidos en harina, se deje sin trabajo a la mitad de los dos mil profesores de religión que hay en Andalucía. Los sindicatos profesionales del sector han montado en cólera y van a movilizar a la gente para que proteste, convencidos de que sólo la presión popular podría hacer reconsiderar su posición a nuestras autoridades. Yo, que soy un optimista, creo que no darán marcha atrás. Espero no obstante que la censura se les vuelva en contra y que la consideración de la religión como materia prohibida avive el interés por conocerla.
@aybarrapacheco
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