Peligro para la FP Superior concertada

Está en juego, dicen, su supervivencia después de 65 años educando a muchas generaciones de ciudadanos. El Gobierno regional ha decidido ir suprimiendo las ayudas públicas de este tramo educativo postobligatorio. O se apuntan al nuevo modelo alemán de FP Dual que ya se experimenta en centros públicos de FP o tendrán que pasar a un régimen de enseñanza totalmente privado, con precio libre, y cobrar al alumno un mínimo de 200 euros mensuales. Ahora, incluso con la subvención, las familias hacen frente a un copago de 36 euros mensuales.

La decisión ya está tomada. La Consejería de Educación ha publicado una orden para excluir de los conciertos (las subvenciones), a los centros de FP de Grado Superior. La reacción de las patronales del sector (Educación y Gestión, CECE, Facetam y Ucetam), fue la de recurrir, hace un par de semanas, dicha orden ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).

Ahora, la Consejería ha devuelto su norma al Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid para hacer ciertos retoques. La FP Superior consta de dos cursos. Se pretende que, para el próximo año, sigan teniendo ayuda pública los alumnos que ahora están en el primer curso y, que, así, concluyan sus estudios dentro del régimen de conciertos. Los que en septiembre quieran iniciar FP Superior en un centro concertado ya no tendrán esa ayuda.

Los sindicatos (FSIE, FE-USO, FETE-UGT y CC.OO.) consideran la medida como «un ataque brutal e injustificado a la enseñanza concertada» y alertan que puede provocar el cierre de 350 aulas, afectar a más de 6.000 alumnos y la pérdida de empleo para 600 profesores. Ya ha habido protestas y manifestaciones. Hoy mismo, las organizaciones sindicales de la enseñanza concertada de Madrid celebran una marcha para exigir a la Comunidad de Madrid que rectifique la decisión.

La Escuela Profesional Javeriana es un ejemplo de la intranquilidad que se vive estos días, casi al final del curso. «Sin conciertos o con la FP Dual sobrará el 40% de la plantilla docente y, además, las familias tendrán que pagar esos 200 euros al mes si quieren seguir con nuestro proyecto educativo. Eso, si hay suficientes alumnos decididos a soltar tanto dinero», asegura Juan Abella, jefe de estudios de la Escuela. Titulares, profesores y alumnos no tienen un buen concepto de la FP Dual que se está experimentando porque están seguros de que las empresas madrileñas no son como las alemanas ni tienen tantos recursos como para contar entre su plantilla con trabajadores-formadores de los alumnos que vayan a hacer prácticas en ellas.

Los alumnos que nos encontramos en el laboratorio de Microbiología también andan revueltos. Oliver Cook, por ejemplo, muy pendiente de su microscopio, está seguro de que su familia no podría pagar esos 200 euros al mes si su centro opta por mantener su oferta educativa y su formación integral de calidad. «Me mosquea que nos dejen en la calle», confiesa.

A su lado, Rocío Notario, 20 años, sabe donde le duele: «Hemos hecho una encuesta en nuestra clase y de 18 alumnos solo 3 podrían pagar el precio de la enseñanza sin el concierto».

«Nosotros nos vamos a salvar pero me preocupan los que vienen detrás. No somos alemanes. Nuestras empresas, tampoco. ¿Va a haber suficiente presupuesto para pagar los 450 euros mensuales de las prácticas? ¿Los van a poner las empresas en medio de esta crisis?», se pregunta este alumno.

Fernando Gómez, cree que la supresión de los conciertos «atenta contra el derecho a la igualdad de oportunidades porque los jóvenes sin recursos no van a poder elegir», exclama.

Berta Aguirre, otra alumna de Salud Ambiental, nos insiste en que los centros concertados como la Escuela Javeriana «tienen mucha fama y mucha calidad. Son profesionales de la formación y nos inculcan el esfuerzo por estudiar y prepararnos para el mundo laboral», dice. «Y ojo, porque yo he escuchado que las empresas no van a poder pagar el coste de nuestra prácticas. ¡A qué jugamos!», añade.

Los profesores de esta escuela siempre se han sentido comprometidos en formar a los mejores profesionales. Si el futuro se llama FP Dual, lo aceptan. Pero piden más tiempo para lograr un proyecto redondo, bien trazado y con garantías de éxito. Entienden que, según los comentarios que les llegan de los centros públicos donde se experimenta, la FP Dual «está muy verde» porque no tiene los mismos ciclos que la FP tradicional, ni casan los contenidos. Es demasiado encorsetada. «Serás magnífico apretando tornillos pero de ahí no sales», se temen los alumnos. Es tiempo de buscar consensos.