Gerardo Crespo al exconselleiro Varela: «Es una gozada colaborar con personas de palabra»

Cuando fue objeto de una anterior investigación de la UDEF en el año 2012 —coincidiendo con el inicio de las inspecciones por parte de la actual Consellería de Traballo — el empresario reconoció públicamente que había recibido del bipartito PSOE-BNG ayudas por valor de 7 millones de euros, contabilizando todos los departamentos de aquel gobierno y, por descontado, del área de trabajo que dirigía entonces Varela.

El primer correo que se encuentra la Policía es uno dirigido el 26 de febrero de 2008 a través de su secretaria, por el que anticipa una supuesta reunión al mes siguiente. Crespo pone al día a Varela de todos los programas y órdenes que tramita la Consellería de Traballo y «hacerte partícipe de la importancia que para nosotros tiene poder realizar estos proyectos».

En algunos de estos proyectos, Crespo señala que «Benito inicialmente está de acuerdo», un nombre que podría corresponder con el entonces jefe del servicio de Orientación Laboral del departamento, Benito Núñez. «Tenemos mucha ilusión por trabajar mucho este año y hacerlo para la Consellería que tú lideras», finaliza, «es imprescindible para nosotros».

Meses más tarde, en una comunicación dirigida directamente a Ricardo Varela, el empresario «solicita» al conselleiro poder ser perceptor de ayudas en dos órdenes de la Consellería, una para la Asociación de Empresarios Discapacitados de Galicia (una de las sociedades señaladas como «fantasma» por los investigadores) y en otra orden de «Acciones Complementarias», donde informa que «me presento como Gercreri y Fundefo». Como posdata, Crespo manifiesta que «Pastor ya está informado de todo esto, me encuentro muy a gusto con él y me parece que está haciendo una muy buena labor estos años».

Este Pastor al que hace referencia es Pastor Fuenteseca, director xeral de Formación durante el bipartito, otro de los destinatarios de la florida —y agradecida— prosa del empresario. En un posterior email de diciembre de 2008 le relata todos los cursos que gestiona —incluso los de empresas teóricamente ajenas a él— y añade: «Cuanto mejor les vaya a ellos, también a mí».

En esas fechas navideñas, Gerardo Crespo envía un correo todavía más cariñoso a Varela. En él, le adelanta también todas las empresas con las que concurre a órdenes de la Consellería. «El año pasado (...) tuve 140.000 euros, si se pudiese mejorar para mi grupo sería un respiro», confiesa. Al igual que a Fuenteseca, enumera todas las sociedades que, de ser receptoras de ayuda, le subrogarán los cursos de formación . «Cuanto más se lleven ellos, más gestiona Gercreri» (otra de sus empresas).

«Todo esto lo sabe ya Pastor», reitera el empresario investigado, «y aprovecho para decirte lo buen director, profesional y persona que es. Estoy encantado con él y su equipo, realmente es una gozada colaborar con personas de palabra».

Y aunque años más tarde presumirá de su militancia en el PP y sus supuestas influencias en dirigentes del partido, no duda en dar la «enhorabuena» por el acto de proclamación como candidato del entonces presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño. «Me encantó toda la organización, así como el discurso», apostilla.

El 10 de marzo de 2009, tras ganar contra todo pronóstico Alberto Núñez Feijóo las elecciones autonómicas, Crespo se dirige una vez más al conselleiro para confesarle que se siente «huérfano» tras este resultado. «Siento muchísimo lo que supone el 1 de marzo», apunta, pero no deja que la derrota electoral le aleje de su objetivo: «Están sin resolver órdenes de orientación laboral, orden del programa de integración laboral, orden Fip, etc.». Y como solía hacer en estos casos, advierte que «la necesidad de mi empresa y de las personas que la formamos está en juego».

Aparentemente sentido por la derrota del gobierno que hasta su marcha le concedería, según sus propios cálculos, alrededor de 7 millones de euros, Crespo manifiesta que «siempre me tendrás a tu disposición para poder ayudarte en todo lo que esté en mi mano». Apenas quince días más tarde vuelve a dirigirse a Fuenteseca, pero para entonces ya esconde su aparente orfandad, porque en su escrito se limita a recordarle todo lo que quiere que se adjudique, a pesar de que el gobierno autonómico se encontraba en funciones. El siguiente correo que se conserva ya es al nuevo gobierno, el mismo que le mandó a la Inspección cuando tuvo noticia del uso fraudulento de las ayudas concedidas .