La romántica escapada de Ana Soria y Enrique Ponce a Marbella

La pareja se dejó ver con unos amigos por la zona del paseo marítimo, visitaron los bares de moda del puerto deportivo en el emblemático Punto Faro, incluso se hicieron fotos con la gente que se las pedía y se declaraban admiradores del diestro. Enrique amable como siempre cuando le reconocían desde otras mesas, firmaba autógrafos a quien se los pedía, sin que Ana dejase de sonreír al lado de su amor.

Esta visita tan distendida como turistas de a pie, fue muy distinta a la que nos tenían acostumbrados la pareja Ponce–Cuevas cuando venían a Marbella. La pareja solía atrincherarse en el hotel Villapadierna y nunca se les veía por la ciudad. Solían frecuentar fiestas o pasar el día en Cuatro Lunas la Finca marbellí de Julio Iglesias donde Paloma se encontraba como pez en el agua por la amistad que le une con Miranda. Allí los niños aprovechaban para montar a caballo. La pareja nunca era accesible. Desde que el diestro está con Ana, parece que todo fluye de una manera más natural, y sus salidas han cambiado.

Los más allegados dicen de Enrique, que ha rejuvenecido «muchos años» y que está viviendo una segunda juventud al lado de alguien tan estupenda como es su novia. Ana Soria y Enrique Ponce se convirtieron en la pareja de moda en España. Toda la prensa del corazón estuvo pendiente de sus andanzas durante los primeros meses desde el descubrimiento de su relación y no les dejaban en paz.

Todo iba en contra de ellos unido al bombazo que suponía la ruptura del matrimonio entre Paloma Cuevas y Enrique Ponce después de quince años de unión. Sin embargo, este verano las informaciones sobre la pareja se han reducido drásticamente, pues ambos casi no son noticia. Tanto es así que hasta Ana está más relajada y ha vuelto a abrir sus redes sociales.