Polémica viral: un streamer, acusado de poner un collar eléctrico a su perra y suministrarle descargas para que no se moviese durante el vídeo

Unas imágenes que se han extendido por las redes sociales como la pólvora generando un intenso debate. Muchos de ellos acusaron al streamer de colocar a su mascota un collar eléctrico, intentando identificar la marca del accesorio con ampliaciones de fotografía. La polémica llegó hasta tal punto que otros personajes conocidos de la comunidad entraron en el debate. Incluso uno de ellos, Ethan Klein, expresó que le parecía «horrible crueldad animal por parte de Hasan al activarle el collar de choque por un pequeño paso fuera de la cama», asegurando que «llora de dolor, pobrecita». Otro de ellos, xQc fue más allá, prometiendo donar 50.000 dólares a un refugio de animales si el creador mostraba el collar en cámara.

Ante esto, PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) envió un comunicado con una lanza a favor del streamer: «Hasan Piker ha negado haber usado un collar de electroshock en su perro, y esperamos que sea cierto, ya que son peligrosos y absolutamente crueles. Ponen a los animales en riesgo de sufrir quemaduras, ansiedad crónica y agresión desplazada».

Por su parte, el propio Hasan Piker respondió rápidamente asegurando que «sí, soy increíblemente abusivo con el perro no solo mejor entrenado, sino también con el que mejor se porta y el más mimado del planeta», con tono irónico. Además, aseguró que la perra gritó «porque se golpeó con algo cuando se estaba bajando de la cama», no por las supuestas descargas recibidas con el collar eléctrico. «Le di la orden de que se sentara mientras se bajaba, y entonces gritó. Había roto la cama anterior. Gritó al bajarse, porque supongo que dio un paso raro o se golpeó la pata con algo», se justificó. Incluso no tuvo problema en mostrar públicamente el collar, aclarando que se trataba de un accesorio de vibración y rastreo: «Tiene una linterna, sonido y un AirTag, nada más». Tras las aclaraciones, xQc se vio obligado a realizar la donación prometida pese a seguir dudando de su versión.