Paz Padilla: «En mi casa no había regalos de Reyes, pero mi madre organizaba una función»
Junto a su hija Anna Ferrer ha presentado una colección de joyas inspiradas en un amuleto gaditano, 'la orejita del mar'
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Iniciar sesiónA Paz Padilla nadie la gana en adornos navideños. Nos citamos en su casa de las afueras de Madrid y no le falta un detalle, desde un buzón para dejar la carta a los Reyes a unas bolas tamaño gigante, renos y centros navideños ... por cada esquina, solo le falta una máquina que arroje nieve en el jardín. Es la primera vez que coincidimos, pero rápidamente conectamos. Padilla le pone humor a la vida y es hiperactiva.
Tras el éxito de su novela, tiene funciones cerradas de su obra 'El humor de mi vida' hasta 2024 (este sábado hará una función solidaria en Ubrique). «Yo me subo al escenario y regalo amor. La gente se ríe y llora, pero para mí la obra es muy dura. Tengo una misión, si consigo que una sola persona cambie su forma de vivir, me doy por satisfecha», reconoce. También acaba de rodar 'La reina del convento' y este jueves continua grabando escenas de 'El hotel de los líos', película que protagoniza junto a Pepe Viyuela y José Mota, y en la que interpreta a una profesora de sordomudos. Un reto que le ha llevado aprender el lenguaje de signos con la ayuda de una profesora. Y pronto volverá a Telecinco con un espacio del que no quiere dar detalles pero dice que se siente cómoda y puede ofrecer lo mejor de ella.
Pero nuestro encuentro, además de brindar por él año que viene, es una excusa perfecta para presentar junto a su hija Anna Ferrer, la primera colección de joyas de su marca No ni Ná. Porque ya son una marca. La joven 'influencer' como dice su madre, es «la estudiada», la que se encarga de la parte ejecutiva del negocio, y a Paz lo que le gusta es la venta ambulante. Poner en marcha la caravana bautizada como la 'nonineta', con la que se han recorrido media España y poner el himno de la marca, la canción compuesta por Materia Prima, y empezar a repartir amor mientras vende bolsos, chanclas o toallas.
La cosa va muy bien tres años después de arrancar la aventura. Anna cuenta que ya son muchas personas las que están implicadas en el proyecto. En el horizonte una diseñadora que se va incorporar en enero y la idea de abrir una tienda física en Madrid en plena calle Fuencarral, la zona ideal y acorde a la filosofía de la marca. Y nos explica que los bolsos se fabrican en Ubrique, la ropa en Toledo y las joyas en Barcelona. Prefieren ganar menos pero vender productos de calidad y hechos en España de forma artesanal.
Padilla está feliz, descorcha una botella de champán para celebrarlo mientras explica que «la nueva línea de joyas está inspirada en el sello más representativo de Zahara de los Atunes, un amuleto conocido por todos como una señal de suerte llamado 'orejita del mar'. En esas aguas que bañan la costa gaditana es donde piensa vivir el día que se retire. «Cuesta mucho encontrarlas, están cogidas en la orilla como si fuesen coquinas», dice. Nos habla de sus propiedades mágicas «Traen suerte, yo llevo en todos los bolsos y nunca te faltará el dinero«. A continuación me lleno el bolso de ellas.
Mientras Anna explica que se emociona cuando ve que una chica mexicana lleva una sudadera de ellas o cómo se hizo una foto con un turista americano que le compró una camiseta en el mercadillo de las Dalias en Ibiza este verano. Ambas están muy unidas, aunque Anna se independizó y vive en el centro de Madrid: «Mi madre es como una amiga. Siempre hemos estado juntas y le he contado todo. Incluso mis amigas le cuentan sus problemas. Tenemos una relación estupenda. Con mi padre también me llevo muy bien, no tienen nada que ver, pero él vive en Barcelona y aunque hablamos a diario, no le veo tanto«.
Las Padilla se reunirán con su familia en Cádiz para celebrar la Nochebuena y los Reyes como viene siendo tradición, sorprenderá a todos con una escenografía de las que nos tiene acostumbradas: «Es que yo desde pequeña celebraba mucho los Reyes. En mi casa no había regalos pero mi madre montaba una función y lo pasábamos bomba. Y yo siempre he querido que eso no se perdiese«. Por si alguien piensa que se vuelve loca comprando regalos, nada más lejos de la realidad. »Casi siempre me gasto más en papel que en lo de dentro. A lo mejor envuelvo unos calcetines en una caja de una nevera« (ríe).
Para ir calentando saca una bolsa llena de gorros navideños y propone grabar un TikTok divertido. Y lo hacemos, aunque no seamos 'influencers'. Ella te contagia. Y como es una bromista, el día que la llamaron de Casa Real para invitarla como escritora a la comida del premio Cervantes, pensaba que era una broma. Y allí que fue: «me hizo mucha ilusión asistir y además como escritora«. Y las dejo montando un pequeño tablao porque tienen una comida de 'influencers', a la que acude hasta Victoria Federica y que amenizará Juan Peña. Que siga la fiesta.
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