El drama de Paz Padilla: cinco muertes cercanas en cinco años

Luis Padilla falleció por causas que todavía se desconocen sin que nada haya trascendido hasta el momento. Era una de las debilidades de su popular hermana, quien siempre que podía le mostraba su aprecio, tanto en público como en privado.

Lo cierto es que Paz Padilla no acaba de levantar cabeza. Cuando se sobrepone al fallecimiento de un ser querido, parece que le persiga una especie de maldición y otra mala noticia se interpone en su camino. El primero de los fallecimientos que tuvo que superar en esta funesta mala racha de cinco años fue el de su madre, Dolores Díaz, quien se fue para siempre en febrero de 2020 a los 91 años en el Hospital Puerta del Mar de su Cádiz natal.

Era la carismática matriarca de la familia y a la que cariñosamente llamaban Lola. También era el pilar fundamental de la humorista. Siempre estuvo a su lado en los momentos buenos y malos para apoyar a su hija en cada paso de su vida personal y laboral.

Solo habían pasado cuatro meses desde el fallecimiento de Lola cuando Paz Padilla tuvo que afrontar otro golpe brutal con la muerte de Antonio Juan Vidal Agarrado, su marido, quien perdió la vida a los 53 años tras una dura lucha contra un tumor cerebral que le habían diagnosticado un año antes y por el que tuvo que estar ingresado.

Entonces, Paz Padilla triunfaba en la televisión como presentadora de ‹Sálvame' sin que se supiera la gran carga emocional que tenía que afrontar en su vida personal. Nunca quiso que trascendiera la gravedad del estado de salud de su marido y guardó silencio hasta que finalmente se fue. «He vivido una historia de amor corta pero muy intensa, sé que su amor vivirá en mi para siempre. Siempre estaremos fundidos en uno. Espérame que todavía nos queda una tercera oportunidad. Avanza», dijo en redes sociales junto a una foto en blanco y negro.

La mala racha continuaría una semana después con el fallecimiento de su suegra y, al mes, de su suegro. Cuatro muertes inesperadas con las que Paz Padilla, lejos de hundirse, mostró un coraje y una fortaleza increíbles.

«Mi Antonio se fue cuatro meses después que mi madre. A la semana, mi pobrecita suegra, y al mes, mi suegro de Covid. Muy fuerte. Cuatro pérdidas… Dices: '¿Y otra más?'. Pero la vida se ceba con todos. Si piensas que vas a pasar por la vida de puntillas… Ya te digo que no. Con cada pérdida aprendes y coges herramientas para la siguiente, como si fuera un juego de Nintendo«, diría en una entrevista con '¡Hola!'.

No obstante, Paz Padilla también fue objeto de críticas por parte de haters, quienes le reprocharon que no viviera las muertes cercanas de su vida con el duelo y pesar clásicos. Al menos, a ella le funcionó para salir adelante y no hundirse. Tendrá que volver a hacerlo con la nueva muerte, esta vez de su hermano.