Imanol Arias, ante el tribunal: «Quiero dejar de estar en la cabecera de este reparto»

Sereno, respondía con brevedad a las preguntas del tribunal reconociendo los términos del escrito de conformidad y asumiendo lo ahí recogido. El texto, al que tuvo acceso ABC, expone que defraudó algo más de dos millones de euros en los ejercicios de 2010 a 2014 incluidos, a través de una estructura societaria que puso en pie el responsable del despacho Nummaria, Fernando Peña, para él.

A preguntas del fiscal, ha incidido de hecho en que «sólo trataba con Fernando Peña», con quien mantenía «una relación de absoluta confianza» y a quien conocía «desde hacía muchísimos años, no solo del despacho ino con los derechos de propiedad intelectual». Dejaba así fuera de la ecuación al resto de los acusados, a cuyas defensas no ha contestado por prescripción de su propio abogado. No se resistía, sin embargo, a negar o asentir con la cabeza ante las preguntas formuladas al aire para dejar constancia sobre la relación de uno u otro acusado con sus cuentas.

«Sólo trataba con Fernando Peña. Nunca tuve ninguna relación más salvo alguna vez que fui a firmar una hipoteca o algo así, que era atendido siempre en términos muy claros y muy bien y las cosas que yo pagaba las tenía clarísimas. El resto era con Fernando Peña, en una relación de absoluta confianza», ha precisado.

La presidenta del tribunal, reconocidos los hechos, no ha permitido al fiscal profundizar más en ese asunto, pero por el camino, en lo que se autorizaba o no una pregunta, el actor ha dejado otro par de afirmaciones sobre la mesa. Que la idea de crear aquel entramado fue de Peña y que él no tenía ni idea del pormenor. «Creo recordar que yo ni siquiera firmé ese documento, estaba expuesto pero yo no me encargaba de eso, creía que formaba parte de la estructura necesaria. Un desconocimiento absoluto», ha señalado.

Con el reconocimiento de los hechos y una vez ha renunciado a volver a tomar la palabra cuando, dentro de al menos tres meses, se enuncie el visto para sentencia, Arias queda exento de asistir a las sesiones del juicio y asume cinco delitos fiscales que acarrean penas de cuatro a seis meses de prisión. Aunque la suma supera el umbral de los dos años, ninguna de las condenas lo hace de forma independiente, por lo que puede eludir el ingreso en la cárcel siempre y cuando no cometa delito alguno.

Cabe recordar, que la Fiscalía Anticorrupción le acusaba de siete ilícitos contra la Hacienda Pública y pedía para él 27 años de prisión. Se quedan en 26 meses.