El misterio de la herencia de Karl Lagerfeld cinco años después de su muerte

Cinco años después de su trágico final, el reparto de la fortuna del diseñador, que se estima en unos 200 millones de euros, sigue siendo todo un misterio. Sin apenas relación con ninguno de sus familiares y sin descendencia propia, todo apuntaba a que la destinataria de la herencia en su totalidad sería su gata, Choupette.

Unas suposiciones que daban un giro de 180 grados gracias a un artículo del diario 'Le Parisien', que asegura que el diseñador dejó «un documento escrito de su puño y letra» registrado en Mónaco con los verdaderos herederos de la fortuna. En el testamento supuestamente aparecen siete beneficiarios, entre ellos su muso e íntimo amigo, Baptiste Giabiconi; su guardaespaldas, Sébastien Jondeau; su ahijado, Hudson; Caroline Lebar, su publicista; su amiga Carolina de Mónaco y Francois Caçote, la cuidadora de su gato Choupette.

El único problema es que la única persona que conocía los detalles de ese testamento era el abogado y contable del diseñador, Lucien Frydlender (88 años), pero se encontraba «desaparecido de la circulación». De hecho, uno de los abogados de los supuestos herederos afirmó que Frydlender no estaba dispuesto a «cooperar y se niega a hablar con los legatarios y los administradores». Su esposa lo excusa siempre diciendo que está enfermo y que necesita cuidarse por la edad.

Lucien Frydlender es la única persona que sabe realmente a cuánto asciende la fortuna total de Karl Lagerfeld y cuántas son sus propiedades. Entre ellas figuran un departamento de nueve habitaciones en París; casas en Vermont y Biarritz; un departamento valuado en 28 millones de dólares en Mónaco; camas que fueron de María Antonieta y una biblioteca con 300.000 libros. Sin contar el Rolls-Royce Phantom y un Lamborghini que permanecen estacionados en el garaje desde su muerte.

Según publicó la revista 'Paris Match' el 17 de agosto de 2023, la administración tributaria habría reducido la astronómica cifra del modisto en unos 20 millones de dólares por las deudas que el alemán tenía con las autoridades fiscales francesas. Entre las deudas del Káiser, una de sus empresas –que sirvió de localización para campañas de firmas como Dior, Printemps o ST Dupont- acumularía hasta 6,6 millones de euros de deuda, sumada al de otra de sus empresas vinculadas con la fotografía: Photofan. Esta, con sede en Irlanda, tampoco habría declarado todo el dinero que recauda Lagerfeld por utilizarla como estudio.

Sébastien Jondeau, de 46 años, y Baptiste Giabiconi, de 32, son ahora los que luchan por ser el 'principal heredero' de la millonaria herencia del modisto alemán. Giabiconi, el más célebre de los modelos de Lagerfeld, publicó un libro sobre Lagerfeld en el que se presentaba a sí mismo como su 'hijo espiritual', ya que Lagerfeld no llegó a adoptarlo como al parecer era su intención. Por su parte, Sébastien Jondeau conoció a Lagerfeld en 1997. Fue su chófer, guardaespaldas y después asistente personal y quien mejor conoció la intimidad de los últimos 20 años del modisto. Según la prensa francesa, ambos tratan de dividir a los allegados del creador para ser el principal heredero.

La Birmin blanca con deslumbrantes ojos azules y pelo aterciopelado tenía enamorado al diseñador. Karl y Choupette eran uno. El modisto convirtió a Choupette en 'influencer' y musa de muchas de sus creaciones. Iban juntos a todas partes como un padre con su hija.

Choupette nació el 15 de agosto de 2011 y a las 10 semanas más o menos, fue entregada a Baptiste Giabiconi, modelo e íntimo amigo de Karl y uno de los posibles herederos del modisto. Él le puso el nombre de Choupette a la gata, un apodo en francés para referirse a las 'chicas lindas'. El modelo le pidió a Lagerfeld, como él mismo contó a la revista New York en 2018, que cuidara de la gata durante dos semanas, mientras estaba de vacaciones. «Cuando regresó, le dije que el gato no regresaría a su casa, y me lo quedé», confirmaba el propio diseñador.

Lagerfeld convirtió rápidamente a Choupette en una estrella internacional con sus propias doncellas, guardaespaldas, portabebés de Louis Vuitton personalizados, cuencos de plata y un estilo de vida de la alta sociedad. También tenía sus propias joyas y niñeras. Su cuidadora más destacada es Françoise Caçote, a quien Lagerfeld dejó Choupette cuando falleció.

En junio de 2021, Caçote le dijo al biógrafo de Lagerfeld, William Middleton, que a Choupette le iba bien viviendo con ella en París: «Ella es feliz. Y me digo a mí mismo que si Monsieur nos ve desde arriba, puede estar feliz porque esto es justo lo que quería para Choupette». Y es que, desde el fallecimiento, la gata cuenta con guardaespaldas, cuidadora, veterinaria y un cocinero personal, que se encarga de que el animal pueda disfrutar de su menú diario en el que no puede faltar el caviar.