El escándalo que obliga a la política Sanna Marin a divorciarse de su marido
La exprimera ministra de Finlandia, que perdió su cargo en las elecciones del pasado 2 de abril, y Marku Rïkkönen han comunicado su separación pese a que la decisión se tomó el pasado verano
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Iniciar sesiónApenas un mes después de perder el cargo de primera ministra de Finlandia, en las elecciones del pasado 2 de abril, Sanna Marin y su marido Markus Rïkkönen anuncian su divorcio. La pareja ha esperado este momento, a pesar de que el ... distanciamiento definitivo se produjo el pasado verano, a causa de los vídeos que escandalizaron a Finlandia y que han terminado costándole a la joven política socialdemócrata tanto la jefatura de gobierno como su matrimonio.
La pareja se conoció en Tampere, cuando ambos tenían 18 años, aunque no contrajeron matrimonio hasta agosto de 2020, cuando Marin estaba ya al frente del gobierno y después de que hubiera nacido su única hija, que hoy tiene cinco años. La boda, de hecho, se celebró en Kesäranta, la residencia oficial del Jefe de Gobierno de Finlandia, apenas ocho meses después de ser nombrada primera ministra, y al enlace asistieron varios de los amigos con los que Marin siguió celebrando fiestas subidas de tono ya sin la presencia de su esposo.
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En el primer vídeo filtrado precisamente desde ese círculo de amigos a las redes sociales Marin aparecía divirtiéndose en poses sensuales y protagonizando alguna escena que sugería intimidad con el popular cantante Olavi Uusivirta, de 39 años, que por su parte declaró que «solo somos amigos» y aseguró que «no hemos hecho nada inapropiado». En la fiesta, celebrada en un apartamento y que siguió después en dos conocidas discotecas, participaban también otros famosos como la diputada Ilmari Nurminen, del Partido Socialdemócrata, las presentadoras Tinni Wikstrom y Karolina Tuominen, o la 'influencer' Janita Autio. Corrió el rumor sobre un posible consumo de estupefacientes, lo que la primera ministra descartó. Para demostrarlo, se sometió voluntariamente a un test. Hoy sabemos que cuando apareció pidiendo perdón, con lágrimas en los ojos, no se estaba dirigiendo solamente al electorado.
Posteriormente apareció un nuevo vídeo en TikTok, donde se podía ver a dos asistentes a una fiesta besándose en la residencia oficial de la primera ministra. En el mismo vídeo, dos mujeres se levantaban la blusa y cubrían sus senos con un cartel con la palabra «Finlandia». El video, después eliminado, había sido grabado en el mes de julio en la sala de conferencias, la misma que la primera ministra utilizaba para eventos oficiales y videoconferencias con otros jefes de gobierno. «Creo que las imágenes son inapropiadas», reconoció Marin, «pido disculpas». La primera ministra explicó que, en ese momento, unos «amigos» estaban en su residencia para »pasar una tarde juntos e ir a la sauna», y que aquellas imágenes «no debieron haber sido grabadas». Las había publicado una 'influencer' y excandidata al título de Miss Finlandia, una de las dos mujeres aparecían en la imagen.
Derecho a vivir la vida
Marin volvió a comparecer ante la prensa, esta vez insistiendo en su derecho a la «alegría» y a la «vida». «Soy un ser humano. A veces también aspiro a la alegría, la luz y el placer en medio de estas nubes oscuras», declaró con voz temblorosa durante un acto organizado por el Partido Socialdemócrata en Lahti, en el sur de Finlandia. «Esto es algo privado, es alegría y vida», dijo con los ojos empañados, «pero no he perdido un solo día de trabajo«.
A esas alturas, la pareja había decidido ya separarse, aunque también se había comprometido a esperar un momento en que la ruptura no dañase políticamente la candidatura de Marin, decidida a presentarse a la reelección en abril. La que a sus 34 años se convirtió en 2019 en la primera ministra más joven del mundo, pone ahora fin a una relación de 19 años y ha pedido a través de Instagram que se respete su privacidad. «Ninguno de los dos hará comentarios al respecto», avanza, «hemos solicitado juntos el divorcio, estamos agradecidos por los 19 años que hemos compartido y por nuestra querida hija. Todavía somos mejores amigos, cercanos el uno al otro y padres amorosos. Seguiremos pasando tiempo juntos como familia y el uno con el otro», ha anunciado.
Desde que ella ocupaba cargos de alta responsabilidad política, su marido había dejado en segundo plano su carrera deportiva como futbolista, para cuidar a su hija. Marin nunca ha dejado de salir con sus amigos en su tiempo de ocio, que considera estrictamente privado, y en ocasiones ha causado verdadero revuelo también en actos públicos, como cuando en 2020 posó con un escote tan pronunciado que evidenciaba que no llevaba puesto un sujetador. Para ella todo esto forma parte de la normalidad. Hija de padres separados, fue educada por una pareja de dos mujeres y considera una forma de hipocresía la corrección que se le exigía al frente del gobierno. Ese indómito espíritu la ha llevado en ocasiones a hablar con descarnada franqueza en el Consejo Europeo, donde, durante las difíciles negociaciones del verano de 2020 le tapó incluso la boca al presidente español, Pedro Sánchez: «hay líderes sentados a esta mesa que han pasado (en su contribución al Fondo de Reconstrucción) de cero a 350.000 millones. ¿Tú qué has hecho? No sigas hablando y ¡muévete!».
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