Nueva polémica para Sanna Marin: se filtra otro vídeo abrazada a un conocido cantante
Las grabaciones de las fiestas de la primera ministra más joven de Europa
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Iniciar sesiónLa primera ministra de Finlandia, la socialdemócrata Sanna Marin, ha desmentido reiteradamente haber consumido otra droga que no fuese alcohol, en la fiesta en un domicilio privado, a la que siguió la visita a dos discotecas, que fue grabada en vídeos publicados por ... el tabloide 'Iltalehti' y después en las redes sociales del país. A petición de los miembros de la coalición con la que gobierna, ha aceptado someterse a un test de drogas «para limpiar su reputación», cuyos resultados se conocerán dentro de una semana. Pero mientras espera por estos, ha aparecido un nuevo vídeo en el que se va a la jefa de gobierno bailando en una discoteca y abrazada a un conocido cantante. Este segundo vídeo muestra a la primera ministra de 36 años bailando en un club de Helsinki en los brazos de Olavi Uusivirta, de 39, en actitud que puede interpretarse como íntima, en la que ambos se tocan los hombros y las caderas. Por un breve momento, el músico se inclina hacia adelante, como para susurrarle algo al oído, y muchos usuarios de la red YouTube quieren reconocer en el gesto un beso en el cuello que no es completamente visible. En una conferencia de prensa, ella ha asegurado que no recordaba haber sido besada en el cuello y que piensa que Uusivirta «quería decirme algo». «Creo que estas cosas son parte de mi vida personal. Y no comentaré sobre ello en detalle», ha respondido, y ha agregado que no cree que esté sucediendo nada inapropiado en el video. «Somos amigos, sencillamente». Uusivirta también ha comentado a través de Instagram que «ha habido especulaciones públicas sobre la naturaleza de la relación entre la primera ministra Sanna Marin y yo. Todo lo que puedo decir es que somos amigos y no ha pasado nada inapropiado entre nosotros».
Desde que asumió el cargo, como la mujer más joven que llega a una jefatura de gobierno en Europa, Marin ha defendido su estilo de vida, como el propio de personas de su edad, y su estilo desenfadado en el vestir, como coto de su vida privada. Los finlandeses no han tenido problemas hasta ahora ni con sus fiestas ni con sus posados con modelos en los que visiblemente no llevaba sujetador o lucía shorts a la altura de la ingle combinados con chaqueta de cuero negro, como en un festival este mismo verano. Las críticas comenzaron en diciembre de 2021, cuando se supo que Marin había bailado toda la noche en una discoteca a pesar de que había estado en contacto con alguien que había dado positivo por Covid-19 inmediatamente antes. Según una encuesta encargada entonces por el canal de televisión finlandés MTV3, dos tercios de los encuestados creían que la salida de fiesta de Marin fue «un grave error». Y si ha recibido críticas el penúltimo vídeo, eran referentes a que aparentemente estaba bebiendo alcohol y a que los asistentes cantan a coro una canción en la que se menciona la palabra «jauhojengi», que puede traducirse como «pandilla de la harina» y que sugeriría un fiesta de consumo de cocaína. Estas últimas apariciones públicas de la primera ministra sí han levantado un debate sobre su comportamiento y acerca de un posible incumplimiento de sus deberes oficiales, debido a que los días posteriores a estas fiestas no podría hacerse cargo en condiciones de los compromisos propios de su cargo. El último vídeo, además, ha sido motivo de comentarios acerca de la estabilidad de su matrimonio con el exfutbolista Markus Räikömem, con el que sigue casada y tiene una hija de cuatro años.
«Nunca en mi vida, si siquiera en mi juventud, he consumido drogas. Ojalá viviéramos en una sociedad en la que se pudiera confiar en mi palabra. Pero como ahora quieren levantar sospechas, por eso me he hecho la prueba», ha dicho respecto al consumo de drogas. «A mí también me concierne la presunción de inocencia y me gustaría que no se lanzases estas acusaciones». Los fragmentos originales de vídeo fueron inicialmente publicados en un grupo cerrado de Instagram, como menos de un centenar de miembros y al que pertenece Marin, pero posteriormente llegaron en abierto a las redes sociales. «Quiero creer y confiar en la gente. Lamento que ese material se haya hecho público para que todo el mundo pueda verlo», ha criticado, visiblemente molesta por la filtración. Respecto a las posibles repercusiones políticas de la difusión de las imágenes, Marin ha retado que «todos los finlandeses tienen derecho a juzgarme y a expresar su opinión en las próximas elecciones generales».
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