Carlos III y Camila: su aniversario de bodas más emotivo

«Estoy seguro de que este año será más conmovedor y probablemente un poco emotivo con todo lo que está sucediendo», explicó ex mayordomo del rey, Grant Harrold, al Daily Express, y añadió que «no tengo dudas de que estarán juntos para la ocasión, y estoy seguro de que tras puertas cerradas, probablemente tendrán una cena romántica sólo los dos».

La pareja se casó en 2005 en una ceremonia que fue vista por millones de personas en todo el Reino Unido, 35 años después de haberse conocido en la década de los 70 y de haber protagonizado una inusual e incluso rocambolesca historia de amor que acabó con un final feliz, aunque ahora esté empañada por el cáncer tanto del Rey, como de su nuera y futura reina, la princesa Catalina.

Carlos y Camila contrajeron matrimonio en una pequeña y privada ceremonia civil en Windsor, ocho años después de la muerte de la princesa Diana, de la que Carlos se había divorciado. Ambos habían sido atacados por el público y la prensa por su relación y a Camila se la señaló durante años como la culpable de la ruptura del matrimonio de la «princesa del pueblo», como se le llamaba a Diana, y del heredero. Tras su primer encuentro, estuvieron juntos un par de años, hasta que el entonces príncipe de Gales se unió a la Marina y Camila reavivara su romance con el militar Andrew Parker Bowles, con quien se casó en 1973.

Michael Cole, ex corresponsal real de la BBC, explicó a la cadena Sky News que «en ese momento, Camila no habría sido considerada por la Reina Isabel II y sus asesores como una novia adecuada para su primogénito porque tenía un «pasado», es decir, relaciones anteriores a Carlos, que acabó casándose con Diana, un «mejor partido» para él, mientras la familia de Camila crecía, con tres hijos. Después, vinieron los escándalos: la infidelidad de Carlos, que la justificó diciendo que lo hizo cuando su matrimonio estaba «irreparablemente descompuesto», el divorcio de ella, el llamado «tampongate», uno de los episodios más embarazosos, ya que un radioaficionado hizo pública la conversación telefónica subida de tono de la pareja en diciembre de 1989, apenas un mes después de que el entonces príncipe y su esposa anunciasen su separación, en la que Carlos, en un hecho que todo el mundo consideró que avergonzaba a la familia real, le decía a su amante que quería ser un tampón para estar dentro de sus pantalones.

El resto, es historia. Fue hasta después de la muerte de Diana que Carlos y Camilla salieron oficialmente juntos en público, en una fiesta de cumpleaños para la hermana de Camila, Annabel Elliot, en el Hotel Ritz a principios de 1999. Su integración en la familia y en la opinión pública fue gradual, y ahora, 19 años después de aquella boda a la que la difunta Reina no asistió, aunque sí estuvo presente en la recepción en el Castillo de Windsor, los británicos han dejado atrás las polémicas, aceptando al rey y a la reina, cuya popularidad pública sólo ha ido en aumento con el paso de los años. Sobre todo, después de que en el 2022 Isabel II expresara que quería que su nuera fuera llamada «Reina» cuando Carlos llegara al trono. Aquella bendición pública fue crucial.

Quienes les conocen, aseguran que su relación es sólida y cariñosa. Comparten aficiones, gustos y disfrutan del tiempo juntos. Según Cole, «se sostienen mutuamente. Están muy dedicados el uno al otro», sobre todo ahora que están navegando una temporada difícil, aunque sin dejar de celebrar, en la intimidad, el éxito de su historia de amor. Para Cole, aunque Carlos y Camila sólo han estado casados durante 19 años, «han estado juntos durante 50». «Es una historia de amor larga e impresionante, no convencional, pero al final han triunfado».