Cacerías y realitys, el salvavidas de la mexicana que emparentó con los Alba

En 2018, se rumoreó que mantenía una relación con el acaudalado empresario indio-español Kabir Chandnani Sukhwani, residente en Málaga. Algo que ambos negaron y hablaban solo de amistad. Y es que a la rubia azteca no se le ha vuelto a conocer pareja oficial desde que en agosto de 2016 se hiciese pública su ruptura del ex ministro de Justicia, José María Michavila. En 2009, Casanova mantuvo un discreto noviazgo con Luis Miguel con quien acudió a la boda de Fiona Ferrer. Dos años duró lo suyo con Gonzalo Vargas Llosa, lo suficiente para acompañarle en 2010 a Estocolmo a la entrega del Premio Nobel al escritor peruano. Lo suyo se rompió en 2012.

Unos días antes de ser pillada por la agencia Gtres junto al príncipe Federico de Dinamarca, la mexicana ejercía de madrina de una colección de electrodomésticos LG. Allí, sonriente y recuperada de la embolia pulmonar que sufrió hace unos meses, se mostraba radiante y con ganas de encontrar el amor. Nada hacía presagiar que pondría en jaque a la monarquía danesa coincidiendo con la visita de estado de nuestros Reyes a Copenhague. Ella niega cualquier vínculo con el heredero danés, más allá de un amigo en común. Luego se ha sabido que ambos se conocieron hace meses en una de las aristocráticas y lujosas cacerías que se organizan en Alemania.

Ante el revuelo armado y coincidiendo con su 47 cumpleaños, puso tierra por medio y se marchó fuera de España, hasta que el huracán mediático amaine. Su entorno habla de que no solo no atraviesa por su mejor momento personal, sino tampoco el profesional. Su presencia en los 'photocalls' es cada vez más escasa. En 2020, quedó finalista como el caniche cantarin de 'Mask Singer', el reality musical de Antena 3 que paga muy bien dicen. Hay que remontarse a 2015 para encontrar una exclusiva suya en ¡Hola! cuando era imagen de Chocrón Joyeros. Y en 'MasterChef Celebrity', todavía en emisión, fue expulsada en septiembre, durante la primera gala, por lo que los fogones no le han salido rentables. Su entorno está convencido que no explotará su escándalo royal, pero su versión ahora es un cheque en blanco.