El asesino de John Lennon confiesa el surrealista motivo por el que mató al cantante
A Mark David Chapman se le negó la libertad condicional por decimocuarta vez
La historia de amor entre John Lennon y Yoko Ono, (aún más) al descubierto en un nuevo documental
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Iniciar sesiónEn la fría mañana del 8 de diciembre de 1980 fue abatido en una calle de Nueva York John Lennon, guitarrista, cantante y compositor de los Beatles. Asesinado por un muchacho de entonces veinticinco años en la puerta de su casa.
El artista tenía ... 40 años, ciento cincuenta millones de dólares y una fama que si no era «mayor que la de Jesús», como llegó a fardar un día, superaba a la de todos los jefes de Estado de su tiempo. Su muerte fue un shock tan impactante como lo fue el también asesinato de John F. Kennedy. A las pocas horas, miles de jóvenes se lanzaron a las calles neoyorquinas para rendirle homenaje a uno de los grandes ídolos de la música moderna. El cantante dejó una viuda —la japonesa Yoko Ono— y cientos de miles de huérfanos espirituales. Fue el padre, la madre, el hermano de toda una generación -la de los años sesenta- que le lloraron durante mucho tiempo.
El día de su fallecimiento, John y Yoko habían pasado la tarde grabando, y, tras cenar, volvieron a su casa hacia las once de la noche. Cuando la pareja salió del coche, un joven llamó a John y abrió fuego contra él. A pesar de la rapidez de la ambulancia, el cantante llegó ya cadáver al hospital y todos los intentos de volverle a la vida son inútiles.
El asesino ni se molestó en huir, como esperando la llegada de la Policía. Cuando fue detenido, en comisaría se identificó como Mark David Chapman, de entonces 25 años, fotógrafo y vigilante profesional. Entonces, el joven se convirtió en un personaje tristemente célebre y fue condenado a cadena perpetua. Aunque en un principio no se supieron los motivos que le habían llevado a cometer el crimen, ahora -45 años más tarde- el diario estadounidense 'The New York Post' ha publicado en exclusiva unas declaraciones de Chapman sobre la muerte del componente de The Beatles. «Quería ser alguien, ser famoso, ser algo que no era», declaró el hombre, de ahora 70 años. «Había caído muy bajo, entonces me di cuenta de que había una meta en la que yo no tenía que morir y podía ser alguien», añadió.
Aunque en aquel momento, Chapman no pensó «en el sufrimiento que causaría. No pensé en eso durante el crimen, no me importó» y reconoce que su decisión de acabar con la vida del cantante fue «completamente egoísta y que tuvo que ver con su popularidad».
Un testimonio con el que el asesino busca aprobación de la libertad condicional, aunque la junta evaluadora considera que «no muestra un arrepentimiento sincero ni una empatía hacia las víctimas». Por lo que el caso no volverá a ser revisado hasta 2027 por las autoridades competentes. Esta es la decimocuarta vez que se le niega la libertad condicional.
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