Ana Obregón: «No puedo enamorarme. Mi corazón se congeló el día que supe que Alex tenía cáncer»
La presentadora reflexiona sobre la llegada de su nieta, la muerte de su hijo y sus planes para su primera Navidad con la pequeña Ana Sandra
Ana Obregón revela todos los detalles sobre el bautizo de su nieta y lanza un dardo a Alessandro Lequio

Su hijo no sólo le dejó el deseo de que le perpetuara con un bebé sino que también Alex Lequio consiguió unir a su madre con la firma de cosmética La Cabine precisamente cuando luchaba por salvar su vida. Esta semana Ana Obregón ha celebrado el V aniversario de esa empresa con la que está unida de manera casi umbilical.
—Primera Navidad con su nieta en casa que no va a tener nada que ver con estos años pasados.
—Es mi primera Navidad de verdad porque desde que mi niño nos dejó no he vuelto a celebrar absolutamente nada. Ni Navidades ni cumpleaños ni nada. De hecho, la pasada Nochebuena me fui sola a un hotel del Málaga. Cené un sándwich y así lo pasé ya que tampoco estaban mis padres. Ahora con Anita vuelvo a vivir todo a través de sus ojitos. El 24 me quedaré en casa con ella porque es muy pequeña y se duerme muy pronto. Le daré el biberón de las 8, la dormiré, cenaré algo y dormiremos en el cuarto de su papá.
—¿Siempre duermen las dos en el cuarto de su hijo?
—Sí. No he sido capaz de tocar nada. Sólo he cambiado las sábanas pero el resto permanece intacto. Anita no tiene su cuarto y ahora voy a hacer unas obras para hacerle uno porque el de Alex no lo pienso tocar jamás. Yo mi dormitorio sólo lo uso para ducharme y vestirme pero duermo con Anita siempre. Al principio me costó dormir en la cama de Alex pero después empecé a sentir una paz enorme. Es verdad que con la niña duermo poco porque cada cinco horas tiene el «bibe», pero bendito cansancio. Muchas noches pienso en cómo fueron esos tres meses con mi niño durmiendo a su lado en un hospital viéndole sufrir y ahora, en cambio, no hago más que agradecer este cansancio de criar a la niña. Estar agotado es ver a tu hijo que no puedes hacer nada por salvarle y muriéndose de dolor.
—¡Quién se lo iba a decir! Ha sido muy valiente dando este paso sola y sin ningún apoyo.
—Lo he hecho sola porque sabía que nadie me iba a ayudar y tampoco quería contarlo. Hoy cada día tengo más claro cuánto me quería mi hijo para pedirme esta niña dos semanas antes de irse.
—¿Le pidió que tuviera descendencia con su esperma estando los dos solos?
—Nos lo dijo a Alessandro Lequio y a mí.
—Pero Lequio no ha querido participar.
—He aprendido que cada vez que digo algo luego me responden y se genera polémica. En ese tema prefiero guardar silencio.
«Yo estaba muerta. Completamente muerta y sólo quedaba lo que yo llamo el traje, la fachada. Hoy estoy viva. Anita no me da un respiro y es maravilloso»
Ana Obregón
—¿Se lo han pedido?
—Nadie me ha pedido nada. Pero volviendo a lo de antes, valiente es una madre que tiene que devolver a su hijo al cielo. En cuanto a Alessandro, claro que me encantaría… No a mí sobre todo a Alex. Somos energía y sé que está ahí cada segundo y que estaría feliz pero el no entender y aceptar pues qué quieres que te diga, que cada cual haga lo que quiera.
—¿Ya tiene fecha para el bautizo?
Será a mediados de diciembre, pero estoy ajustando fecha con el párroco.
—¿Habrá exclusiva?
—Aún no te puedo decir. Sabes que soy de mostrar muchas cosas de Anita en Instagram. Sé que hay quien me critica, pero es que yo estoy en un momento que quiero presumir de mi nieta. Está claro que llegará el día que no lo haga, pero mientras sea una bebé lo voy a hacer. A Alex lo que más le gustaba era ver sus fotos de bebé en mis brazos. Si he compartido todo mi dolor durante tres años y me he desnudado en mi Instagram porqué ahora no voy a hacer partícipes de mi felicidad a mis seguidores. Creo que me lo merezco.
—Su vida en cierto sentido acaba de empezar.
—Puedo decir que sé lo que es estar muerta en vida. Así estaba yo. Me veías en las Campanadas, trabajando, en Nochebuena, pero no estaba ahí. Ana estaba muerta. Completamente muerta y sólo quedaba lo que yo llamo el traje, la fachada. Hoy estoy viva. Anita no me da un respiro y es maravilloso. Confieso que voy todas las semanas a visitar a mi hijo y le he llevado hasta el primer biberón de Anita. La llevaré cuando tenga tres años porque desde el primer momento la quiero criar con la presencia de su padre cerca. Hay fotos en casa que le enseño y aunque aún es muy bebé lo vamos a vivir con la mayor naturalidad. Vivimos en un siglo diferente y los niños de hoy lo viven todo de otra manera, tienen dos papás o dos mamás y no pasa nada.
—¿Qué le da hoy pavor?
—Durante los tres años que no estaba Anita cada vez que subía a un avión pensaba que ojalá se cayera porque no tenía miedo a la muerte y esa es la mayor libertad que puede tener un ser humano. Como deseaba morirme era totalmente libre pero hoy ya no quiero. Me cuido, fumo muy poco sólo si salgo un momento a la calle y hoy mi miedo es que me pase algo porque quiero estar el máximo tiempo posible con ella. Como suelo decir, a los sesenta y pico es más lógico ser abuela que madre o padre. Me río cuando salen esos temas de edad y hacen juicios absurdos como cuando dicen que Robert de Niro ha sido padre a los 80 pero su mujer tiene 37 y yo contesto que el mío se murió con 25.
—¿Por qué no se busca un novio de 40 años y así ya les parecerá bien a todos los que hablan de la edad?
—No estoy para novios. Llevo desde que diagnosticaron el cáncer a mi hijo con el corazón paralizado en ese sentido. Ahora ni aunque venga Brad Pitt le haría caso. No es el momento.
—¿Ha sido más feliz como madre y abuela que como pareja?
—Totalmente. Creo que a casi todas las mujeres les pasa lo mismo. Quiero saber quién reconoce que no le ha hecho más feliz su hijo que una pareja sea novio o marido.
—Bueno casos hay de todos los colores.
—En mi caso puedo afirmar que mi primer amor real fue mi hijo, como yo el suyo, porque el único amor de un hijo debería ser el de su madre salvo excepciones.
—Hoy amadrina la campaña de La Cabine precisamente por su hijo.
—Sí. Estando los dos en Nueva Jersey con la terapia de Alex me dijo que le habían contactado para este proyecto y me animó a hacerlo. Desde entonces sigo con esta firma a la que estoy muy unida gracias a él.
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