Lágrimas en Cantora: El último gran disgusto de Isabel Pantoja

La presión es máxima. Tanto es así que hace pocas semanas se volvió a explicar que la tonadillera tenía intención de poner tierra de por medio. Viajar a México. Establecer allí su residencia cuando su madre, aquejada del mal del olvido, falleciera. Una decisión que ya había tomado hacía años cuando su relación con Julián Muñoz le llevó a prisión. Ella misma me contó que Juan Gabriel le había puesto la alfombra roja para empezar allí una nueva vida. Le abrió las puertas de los principales medios y la catapultó al estrellato nacional con conciertos multitudinarios.

Aunque Isabel accedió, le dijo que su viaje sería tardío. Él le aguardó hasta el final de sus días y ordenó construir una casa colindante a la suya en una de las mejores zonas de Riviera Maya. La obra se realizó pero, tras la muerte del Divo, los herederos levantaron allí un hotel de lujo con cuarenta y una villas. Fuentes familiares me explicaron que una de ellas, cumpliendo con el deseo de Juan Gabriel , sería para que Isabel la utilizara a su antojo. Inspirada en ella -incluso con un altar de la Virgen de Guadalupe protegiendo la propiedad- todos coincidían en que sería un buen refugio para ella.

Sin embargo, todo podría haber saltado por los aires. Según explicaron recientemente en 'La Redacción' de Telemadrid, los herederos habrían perdido la titularidad del resort y estarían en graves conflictos. Un disgusto que podría dar al traste con todas las intenciones de Pantoja de trasladar su residencia al país azteca.